La tarta de manzana es una receta fácil, sencilla y buenísima. Forma parte de esos postres caseros clásicos que, gracias a su aroma irresistible, te recuerdan inmediatamente a casa, es decir, un verdadero «comfort food». La base de masa quebrada, hecha en casa, encierra las manzanas dulces y jugosas. Es un postre que se puede preparar con antelación, conservando su delicia durante varios días. La tarta de manzana puede disfrutarse sola en el desayuno, con un buen café, o con nata montada fresca como guarnición o acompañamiento.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 10/12 porciones
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 200 g Harina 00
- 100 g Mantequilla (en trozos)
- 100 g Azúcar
- 1 Yemas
- 1 Huevo entero
- c.s. Licor
- c.s. Cáscara de limón (rallada)
- 1 pizca Sal fina
- 4 Manzanas Golden
- c.s. Azúcar (para la decoración)
Preparación
Preparamos la masa quebrada. En un bol grande ponemos la harina tamizada, la sal, el azúcar, la mantequilla fría de la nevera en trozos, una cucharadita de licor (al gusto), la ralladura de cáscara de limón. Con la ayuda de una espátula comenzamos a mezclar estos ingredientes.
Añadimos, finalmente, el huevo entero y la yema y, con la espátula, mezclamos todos los ingredientes, formando un bollo. La espátula evitará el contacto con las manos; de esta manera la mantequilla no se calentará. No importa si los trozos de mantequilla son aún evidentes, no mezclados con el resto de los ingredientes.
Aplastamos el bollo, como en la foto, lo colocamos sobre papel de hornear, lo cerramos bien y lo guardamos en la parte más baja del frigorífico durante al menos una hora.
Mientras tanto pelamos cuatro grandes manzanas (podemos usar golden, fuji, etc.) y las cortamos en rodajas finas o en dados, como nos sea más cómodo. Podemos rociarlas con un poco de zumo de naranja para evitar que se oxiden demasiado.
Recuperamos nuestra masa quebrada, dejándola sobre el papel de hornear. Con la ayuda de un poco de harina la extendemos con el rodillo, con un espesor de aproximadamente 1/2 centímetro. Colocamos la masa en el molde para tarta (usando el papel de hornear para levantarla), refinamos los bordes, la rellenamos con las manzanas distribuyéndolas uniformemente y completamos con una ligera espolvoreada de azúcar.
Horneamos la tarta de manzana a media altura, en un horno caliente a 200* durante unos 25 minutos. Una vez lista la sacamos del horno, la dejamos enfriar y la degustamos.
Si vuestro horno cocina simultáneamente tanto arriba como abajo, la parte superior de la tarta debe cubrirse con papel de horno hasta los últimos 10 minutos aproximadamente de cocción.