Las piadinas sin grasas son una reinterpretación muy personal mía de la receta tradicional que, en cambio, prevé el uso de la manteca de cerdo y que no me lo tomen a mal los puristas. En esta versión utilizo la leche que da una buena suavidad a la masa, permitiendo que se mantengan así incluso después de varias horas. Se preparan en menos de media hora y son muy útiles cuando no hay pan o si llegan invitados inesperados. Podemos cocinarlas también utilizando una sartén antiadherente común. Las piadinas son versátiles; de hecho, podemos realizar deliciosas recetas dulces o saladas, desde el aperitivo hasta el postre, tanto simples como refinadas, para fiestas o como almuerzo para llevar.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 20 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 10/12 piadinas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 500 g Harina 00
- 250 ml Leche
- 1 pizca Sal fina
Preparación
1) En un bol grande ponemos la harina tamizada, la sal y la leche (vertida poco a poco) y amasamos hasta que todo esté bien mezclado. 2) Enharinamos abundantemente una superficie de trabajo, colocamos la masa y continuamos trabajando el bollo hasta obtener una bola lisa. El bollo será suave, no se pegará a las manos y será fácil de trabajar. 3) Dividimos el bollo en bolitas de 50 gr. cada una y las dejamos reposar durante unos 15 minutos, cubiertas; de este modo será más fácil extender las piadinas. 4) Pasado el tiempo, ponemos un poco de harina en la superficie de trabajo y comenzamos a extenderlas (no importa si no son perfectamente redondas; lo que importa es la suavidad y el sabor). El espesor ideal es de aproximadamente 1 milímetro. Podemos darles a las piadinas el tamaño y la forma que queramos, cortándolas con cortadores de diferentes tamaños, como por ejemplo en forma de corazón (de 10 cm de diámetro), para crear mini piadinas exquisitas y románticas para San Valentín; o en forma de estrella, de flor, para buffets coreográficos perfectos para grandes y pequeños. Las pinchamos por ambos lados con los dientes de un tenedor, para evitar que se inflen durante la cocción (en general, dejo que se vuelvan un poco más «abombadas», porque me gustan más). Extendemos al menos un par, mientras la sartén se calienta, a fuego lento, sin añadir grasas. 5) Cocinamos las piadinas una por una y, mientras tanto, pasamos a extender la siguiente y así sucesivamente. Tan pronto como comiencen a formarse burbujas en la superficie (unos instantes), les damos la vuelta y las dejamos cocinar durante unos segundos más. Continuamos así hasta agotar las piadinas. Podemos esperar a que se enfríen o rellenarlas de inmediato. Es cierto que estas son piadinas bastante ligeras, pero ¿las habéis probado calientes, cubiertas de nutella, avellanas trituradas y azúcar glas? ¿No? ¿Entonces a qué esperáis?