Las tartaletas con polenta y crema de remolacha son deliciosas, apetitosas, ideales para alegrar nuestros buffets o la mesa de las celebraciones. Es un entrante finger food tentador, sin gluten, colorido, impactante, delicado en sabor, ligero y, sobre todo, muy fácil de realizar. Las tartaletas se deben disfrutar frías y tanto la polenta como la crema de remolacha se pueden preparar con antelación. La nota salada y ligeramente ácida del queso crema contrasta el sabor dulce de la remolacha, creando una crema de sabor delicado, equilibrado y agradable. También podrían interesarte una coreográfica tarta salada de hojaldre rellena de crema de remolacha o unas sabrosas piadinas rellenas con calabacín y crema de remolacha
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 2 Horas
- Métodos de Cocción: Estufa
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Navidad, Nochevieja
Ingredientes
- 200 g Harina de maíz bramata
- 800 ml Agua
- c.s. Sal gruesa
- c.s. Pimienta
- 100 g Queso crema (también sin lactosa)
- 250 g Remolachas precocidas
- 1 cucharada queso rallado
- c.s. Lascas de Grana o Pecorino
Preparación
Preparamos la polenta, vertiendo la harina de maíz en agua tibia. Salamos, añadimos pimienta y mezclamos continuamente, hasta que la polenta esté bien espesa y se despegue de las paredes de la olla. La vertemos en una bandeja de 30 x 40 cm forrada con papel de horno, la nivelamos con el dorso de una cuchara (el grosor ideal para las tartaletas de polenta es de aproximadamente un dedo) y la dejamos enfriar.
Cuando esté fría, cortamos discos de polenta con un cortador de pasta de 5 cm. de diámetro y los asamos en una plancha que ya esté bien caliente.
En un procesador de alimentos trituramos la remolacha perfectamente escurrida, sal y pimienta al gusto, hasta obtener una mezcla suave y cremosa. La transferimos a un bol, añadiendo el queso crema y el queso rallado y mezclamos para que se integren perfectamente. Sobre cada disco colocamos una «quenelle» de crema de remolacha y lascas de queso.
¡Buen provecho!
