En mi zona, las papaccelle en vinagre se preparan en este período para poder disfrutar de ellas desde Navidad en adelante. Se utilizan para enriquecer y caracterizar la típica «ensalada de reforzamiento» de la mesa de la víspera, o para acompañar la carne de cerdo frita y los asados de carne o de pescado. Las papaccelle napolitanas no son más que un tipo de pimiento más pequeño, carnoso, redondeado y de sabor dulce. Son excelentes también fritos o rellenos. Este que os propongo es el método de mi familia que garantiza la perfecta conservación de este aperitivo tan tentador.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 6 papaccelle
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño
Ingredientes
- 6 Papaccelle
- 1 L de vinagre de vino tinto
Preparación
Es fundamental que los pimientos pequeños o las papaccelle napolitanas utilizadas estén fresquísimas, carnosas y sin ninguna abolladura, ya que la permanencia en vinagre las «cocerá» en cierto modo, es decir, las hará cada vez más blandas a medida que pase el tiempo. Aconsejo por tanto consumirlas dentro de tres/cuatro meses para evitar que se vuelvan blandas.
Además, podría ser necesario añadir más vinagre del que he indicado, porque dependerá del tamaño de los pimientos.
Lavamos las papaccelle y las secamos perfectamente. No debe quedar ningún rastro de húmedo o mojado. El tallo no se debe eliminar.
Mientras tanto, vertemos el vinagre de vino tinto en una cacerola y lo llevamos a ebullición.
Introducimos las papaccelle en el recipiente de vidrio (ya esterilizado) con delicadeza y sin romperlas, tratando de encajarlas entre sí, donde sea posible, para evitar que suban continuamente a la superficie. Uno de los trucos que uso es encajar la papaccella más superficial debajo del borde del cuello del frasco; de esta manera bloquearemos la subida de los demás pimientos. Además, en el comercio existen presionadores de plástico para alimentos que pueden insertarse, cuando la mezcla de vinagre esté fría, entre la tapa y el borde del recipiente.
Tan pronto como el vinagre comience a hervir, lo vertemos poco a poco sobre las papaccelle y llenamos el recipiente hasta el borde.
Dejamos reposar las papaccelle sin cubrir el frasco. A medida que pase el tiempo, el nivel del vinagre bajará y lo rellenaremos, de vez en cuando, con el vinagre sobrante y caliente (importante), asegurándonos siempre de que las papaccelle más superficiales estén cubiertas. Dejamos pasar una noche entera, luego podremos tapar herméticamente el recipiente y guardarlo en un lugar fresco y seco. Se pueden utilizar después de unos 20 días.