Amigas, hoy os cuento una receta que se ha convertido en mi salvavidas del verano: el helado de galleta hecho en casa! Es una de esas ideas ingeniosas que se preparan en muy poco tiempo, no necesitas encender el horno (lo cual ya es un milagro con este calor), y es tan buena que desaparece en un instante.

Es una receta fácil de helado de galleta que puedes hacer incluso por la tarde, quizás antes de una cena con amigos, o para una merienda para tus niños.
La base es sencillísima: se monta la clara de huevo a punto de nieve, luego se monta la nata con el azúcar hasta que esté bien espumosa. En este punto se unen delicadamente las dos mezclas, se añade un poco de extracto de vainilla para darle ese aroma irresistible… ¡y listo! La crema está lista para ser untada entre dos galletas (yo uso las clásicas tipo Digestive u Oro Saiwa, pero también valen otras), y luego se enrollan rápidamente en las gotas de chocolate. ¿El resultado? Un postre de verano rápido que parece salido de una heladería!
Los pones en el congelador durante 2-3 horas y voilà: tienes unos helados de galleta cremosos, deliciosos y súper refrescantes.

Los niños los adoran, pero también los adultos no se quedan atrás.😅 Confiad en mí, esta receta fácil de helado de galleta se convertirá en un imprescindible de vuestro verano. Si queréis, también podéis personalizarla añadiendo trocitos de fruta, granillo de avellanas o lo que más os guste dentro de la crema.

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