Me encantan las recetas simples pero capaces de transformar pocos ingredientes en una verdadera obra maestra de sabor. Por eso hoy quiero compartir con vosotros una de mis preparaciones favoritas: las patatas arenosas en sartén crujientes.
Crujientes por fuera, tiernas por dentro y envueltas en un rebozado sabroso, estas patatas son la solución perfecta para un acompañamiento delicioso o un plato único irresistible.
El secreto de esta receta está en el doble proceso de cocción. Primero, las patatas se hierven por unos minutos en agua salada, justo el tiempo para ablandarlas sin deshacerlas. Luego llega la magia: un delicioso rebozado a base de pan rallado, Parmigiano y perejil, que le da un toque crujiente y dorado durante la cocción en sartén. ¿El resultado? Una costra irresistible, que convierte cada bocado en una explosión de sabores y texturas.
Prepararlas es facilísimo y el procedimiento requiere pocos pasos. Sea que busquéis un acompañamiento para vuestra cena o queráis impresionar con un plato simple pero vistoso, las patatas arenosas en sartén son siempre una excelente elección. Además, esta preparación se presta a variantes creativas: podéis añadir especias para un toque aromático o enriquecerlas con hierbas frescas.
Seguidme en esta receta, os mostraré paso a paso cómo obtener unas patatas crujientes y sabrosas, perfectas para acompañar cualquier tipo de plato.
¿Listos para meteros en la cocina? ¡El aroma que brotará de la sartén os conquistará!
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- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 50 g pan rallado
- 50 g Parmigiano
- 50 ml aceite de oliva virgen extra + aceite c.s. en sartén
- 1 cucharada de perejil
- 500 g patatas
Herramientas
- sartén antiadherente
- tabla de cortar
- papel absorbente para fritos
Pasos
Para preparar las patatas arenosas en sartén empezar pelando las patatas y lavándolas.
Cortarlas en rodajas y cuando el agua hierva cocerlas 5/6 minutos en agua salada. Escurrirlas y secarlas bien.
Mientras tanto, en un bol mezclar el Parmigiano con el pan rallado, aceite y el perejil. Mezclar.
Añadir la mezcla a las patatas cocidas y mezclar distribuyéndola de manera uniforme.
En una sartén calentar un poco de aceite y cuando esté caliente añadir las patatas hasta que estén bien doradas y crujientes. El pan rallado formará una bonita costra.
Escurrir sobre papel absorbente, salar y… ¡buen provecho!

