Chuletas de berenjena fritas, una idea sencilla y deliciosa para preparar en pocos minutos, perfecta como aperitivo e ideal para acompañar una cena con alegría y vivacidad.
Esta receta se presta a muchas variantes, como enriquecer el empanado con especias o hierbas aromáticas de todo tipo, o es excelente para cocinar también al horno o en freidora de aire si se quiere llevar a la mesa un plato un poco más ligero.
Seguirá siendo buenísimo.
Además, son excelentes para hacer en cualquier estación.
La característica fundamental de este plato, para darle esa irresistible crujienteza, es hacer el doble empanado con harina y pan rallado.
Otro consejo que os dejo es el de escurrir bien las berenjenas con sal durante al menos media hora.
Abajo os dejo mis recetas favoritas con berenjenas para hacer en cualquier ocasión.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones, Verano
Ingredientes
- 2 berenjenas ovaladas negras
- c.s. sal gruesa
- c.s. aceite de girasol
- c.s. harina 0
- c.s. pan rallado
- 2 huevos
- 2 pizcas sal fina
- c.s. perejil (fresco)
Utensilios
- 1 Cuchillo
- 1 Tabla de cortar
- 3 Platos
- 1 Tenedor
- 1 Sartén
Pasos
Para hacer las chuletas de berenjena fritas, primero lava bien las berenjenas, elimina el tallo y córtalas en rodajas gruesas de aproximadamente 2 cm.
Déjalas escurrir con sal gruesa o fina en un colador durante unos 30 minutos, luego enjuágalas bien y sécalas con un paño limpio.
Prepara en dos platos separados el empanado de harina y pan rallado y, en un tercer plato, el huevo batido con una pizca de sal.
Añade el perejil picado a los huevos y mezcla con un tenedor, sumerge la rodaja de berenjena primero en el huevo, luego en la harina, por ambos lados, nuevamente en el huevo y luego en el pan rallado, asegurándote de sacudir bien los ingredientes en exceso.
Repite esta operación hasta terminar los ingredientes.
Fríelas en abundante aceite de girasol caliente, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
Escúrrelas en un plato con papel absorbente.
Y aquí están listas, perfectas para llevar a la mesa en cualquier ocasión.

