La pasta al horno con radicchio y puerros es un primer plato sabroso y deliciosamente fácil de hacer: una receta vegetariana perfecta para el almuerzo en familia. El condimento se prepara en quince minutos (en el tiempo de cocción de la pasta) y luego directamente al horno. Así llega a la mesa una pasta realmente apetitosa. Prueba la pasta al horno con radicchio y puerros tal cual o enriquecida con salchicha.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 2 personas
- Métodos de Cocción: Horno, Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 2 puerros
- 2 cabezas radicchio
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas lágrimas de cebolla de Valdelsa (o vinagre balsámico)
- 2 cucharadas crema de almendras 100% (o bechamel)
- al gusto queso parmesano rallado
- al gusto sal
- 150 g mezze maniche rigate (u otra pasta corta a elección)
Herramientas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo para verduras
- 1 Cacerola de bordes bajos
- 1 Olla para hervir la pasta
- 1 Fuente para horno
Pasos
Lavar los puerros y cortarlos en rodajas. Lavar el radicchio y cortarlo finamente. En una cacerola calentar el aceite y dejar que los puerros se pochen a fuego lento. Cuando estén blandos, añadir el radicchio y ajustar la sal. Cuando el radicchio esté marchito, mojar con lágrimas de cebolla de Valdelsa o con vinagre balsámico. Dejar que se mezclen los sabores durante unos minutos. Cocer la pasta en abundante agua salada y escurrirla al dente. Mezclarla con el condimento. Añadir el queso parmesano rallado, la crema de almendras o la bechamel. Mezclar bien y luego transferir a una fuente para horno. Espolvorear con parmesano y gratinar a 200 °C en horno precalentado durante diez minutos o hasta que se forme una bonita costra dorada.
Notas
La crema de almendras 100% tiene un sabor delicado y combina bien con muchos condimentos diferentes. La uso sobre todo cuando preparo primeros platos en blanco porque al no haber una salsa, el condimento no se mezcla con la pasta. La crema de almendras aporta esa cremosidad que falta.
