Pizza blanca con Jamón Serrano y Mozzarella de Búfala, ligera y sabrosa, es una de mis pizzas favoritas. Gracias a la larga fermentación, también es fácilmente digerible, con solo 2 gramos de levadura.

Con esta masa, salen unas 6 pizzas. Si tenéis tiempo, os recomiendo preparar el día antes la masa: solo necesitaréis 2 g de levadura para tener unas pizzas ligeras y súper alveoladas. Si no tenéis mucho tiempo, podéis reducir los tiempos a un mínimo de 5 – 6 horas, duplicando la cantidad de levadura.

Probad también la Pizza Blanca Stracchino Tomatitos y Rúcula. ¡¡Deliciosa!!

Pero ahora veamos juntos cómo realizar la receta de la Pizza blanca con Jamón Serrano y Mozzarella de Búfala. Preparen los ingredientes que comenzamos.

Y si la probáis, no olvidéis decírmelo en los comentarios en mi página de Facebook AQUÍ. Os espero.

Gabriella

Si sois amantes de las masas fermentadas probad también:

Pizza blanca con Jamón Serrano y Mozzarella de Búfala

Dificultad: Fácil
Costo: Medio
Tiempo de reposo: 12 Horas
Tiempo de preparación: 20 Minutos
Porciones: 6 focaccias redondas
Métodos de Cocción: Horno
Cocina: Italiana

Ingredientes

1000 g harina
2 g levadura de cerveza seca
600 g agua (a temperatura ambiente, 60% de hidratación)
25 g aceite de oliva virgen extra
25 g sal
sémola remolida de trigo duro
jamón serrano
mozzarellas de búfala
rúcula
aceite de oliva virgen extra
romero

Herramientas

Para realizar la Pizza blanca con Jamón Serrano y Mozzarella de Búfala se necesitan:

1 Batidora
1 Mesa de trabajo
1 Balanza
1 Contenedor
1 Contenedor
1 Brocha

Pasos

Primero, preparad la masa según las indicaciones que encontráis en este enlace.
Después de que la masa haya reposado toda la noche, sacadla del frigorífico y dejadla a temperatura ambiente un par de horas más.
Después, divididla en 6 panecillos de unos 272 g (o 7 panecillos de unos 233 g para pizzas un poco más pequeñas), formad bolas y dejadlas reposar, separadas, en un contenedor bastante grande, durante aproximadamente 1 hora: deberán duplicar su volumen.
En este punto, están listas para ser trabajadas: pasad las bolas por la sémola,
luego aplastadlas con las manos desde el centro hacia afuera (podéis hacer este paso ayudándoos con un rodillo), hasta obtener el tamaño deseado. Et voilà, lista para ser cubierta e introducida en el horno.
Espolvoread cada pizza con aceite de oliva virgen extra (ayudándoos con un pincel de cocina), romero y sal gorda, e introducidlas en el horno ya caliente a 230°C, durante unos 10 – 15 minutos.
Yo las he cocido en el horno de leña a una temperatura de 380°C, durante unos 2 minutos, girándolas de vez en cuando.
Aquí está recién salida del horno, bien alveolada.
Sacad la pizza del horno y cubridla a vuestro gusto con lonchas de jamón serrano, algunas hojas de rúcula y la mozzarella de búfala. La pizza está lista para ser servida.
Hasta la próxima receta.