Preparación

• Prepara las lentejas siguiendo el procedimiento descrito en cocinar las lentejas | receta base o, si ya las tienes listas en el congelador, descongélalas.

  Alternativamente, puedes utilizar las lentejas precocinadas envasadas.
  Recuerda enjuagarlas bien bajo el agua corriente: las legumbres enlatadas a menudo contienen aditivos, sal y a veces azúcar.
  Entre los tipos de envases, se prefieren los recipientes de vidrio a los de lata, ya que son menos propensos al deterioro.

  

• Vierte las lentejas en una cacerola, añade agua si es necesario y lleva a ebullición.

  Puedes dejarlas simples.
  Puedes añadir una chalota o media cebolla, tallos de perejil y/o tallos de apio o bien un caldo vegetal.
  Puedes sazonar con un par de cucharadas de salsa de tomate.
  Ajusta la sal.

• En otra olla cocina la pasta, escúrrela y enjuágala rápidamente bajo el agua corriente.
  En caso de primeros platos caldosos, para evitar picos glucémicos, es conveniente cocinar la pasta por separado para luego enjuagarla y añadirla al condimento caldoso preparado aparte; de esta manera, el almidón liberado por la pasta en el agua de cocción se elimina.

  Mientras tanto, lleva nuevamente a ebullición las lentejas.
  Añade la pasta y mezcla.

  Emplata.
  Muele la pimienta y rocía con un hilo de aceite de oliva virgen extra.

  Tu pasta y lentejas sencilla está lista.

  ¡Buen provecho!

  

• Pasta y lentejas es un plato completo.

  Si tus gramajes de pasta y lentejas no te satisfacen, al preparar añade las verduras crudas o cocidas que tengas en la despensa.
  Por ejemplo:
  – apio;
  – acelgas;
  – brócoli cocido o coliflor cocida;
  – achicoria;
  – puerros;
  – espinacas;
  – calabaza.

  Tu plato de pasta y lentejas resultará aún más sabroso y saciante.

  Pasta y lentejas es un plato completo; añade tu porción de verduras así compones un comida balanceada o plato único que ayuda a mantener estable la glucemia.