La feta en costra de sésamo y miel es un plato de origen griego que probé en casa de amigos y me enamoré de él de inmediato.
La combinación de sabores y texturas contrastantes me conquistaron al primer bocado.
Se combinan de manera extremadamente armoniosa, uniendo el sabor salado y sabroso del queso feta con la dulzura de la miel y la crocancia de las semillas de sésamo.
Se presenta como un pequeño lingote o rectángulo dorado, completamente envuelto en semillas de sésamo tostado, que crean una costra crujiente.
La superficie externa es de un color dorado intenso, gracias al tostado de las semillas, que adquieren un tono ámbar.
Al cocinarla, rigurosamente en horno, el interior se mantiene suave y cremoso, mientras que el exterior se endurece formando una costra sólida y crujiente. La salinidad del queso se equilibra con la dulzura de la miel, creando un contraste de sabores irresistible.
Su origen se remonta a tiempos antiguos y está profundamente arraigado en la historia y la cultura de Grecia.
La producción de queso en Grecia se remonta a la época micénica
En la «Odisea» de Homero, hay uno de los primeros testimonios del uso y la producción de queso que podría estar asociado a él. El cíclope Polifemo es descrito mientras produce queso de leche de oveja y cabra, conservándolo en cuevas para madurarlo. Este proceso primitivo recuerda al de la feta moderna, que se conserva en salmuera.
De hecho, siempre ha sido un queso apreciado por su facilidad de conservación.
Puedes combinar esta receta con
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 2
- Métodos de Cocción: Freidora de aire, Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación de la feta
- 200 g feta
- c.s. semillas de sésamo tostadas
- c.s. miel
- 1/2 puerro
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- c.s. vinagre balsámico
Herramientas
- 1 Freidora de aire
- 1 Plato
- 1 Pincel
- Papel absorbente
Pasos para la preparación de la feta en costra de sésamo
Seca el feta con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad. Es importante que esté bien seco para que la cobertura se adhiera mejor.
Corta cuidadosamente el feta en rebanadas rectangulares de aproximadamente 1 cm de grosor, tratando de mantenerlas regulares y sin romperlas.
Con un pincel de cocina unta cada rebanada con miel por todos los lados.
En un plato, vierte las semillas de sésamo tostadas e impregna cada rebanada de feta.
Hornea en freidora de aire durante 5 minutos a 200 grados o en un horno estático a 200 grados durante 10 minutos o hasta que estén doradas.
Una vez terminada la cocción, condimenta con rodajas finas de puerro fresco o cebollino, y al gusto con un chorrito de vinagre balsámico y aceite de oliva virgen extra y la feta en costra de sésamo estará lista para ser degustada.
¡Y buen provecho de parte de Barbara!
Conservación
La feta en costra de sésamo y miel es un plato que da lo mejor de sí recién preparado, gracias a la crocancia de la costra y la consistencia suave y caliente de la feta.
Si has cocinado el feta y deseas conservarlo para consumirlo posteriormente, es mejor hacerlo antes de añadir la miel.
Envuelve los trozos de feta crujiente en film transparente o en un recipiente hermético y guárdalos en el refrigerador
El feta empanado se puede conservar en el refrigerador por 1-2 días.
Para restaurar la crocancia, también puedes calentarla en el horno a 180 grados durante 5 minutos, hasta que esté nuevamente caliente y la costra ligeramente crujiente. También en este caso, caliéntala sin añadir la miel.
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