Las berenjenas a la parmesana son un plato icónico de la cocina italiana, originario del sur de Italia.
Es conocido y querido por su sabor rico y envolvente, combinando berenjenas, salsa de tomate, Parmesano y mozzarella.
La versión sin fritura mantiene todo el sabor auténtico reduciendo las calorías y las grasas, ya que las rodajas de berenjenas no se fríen sino que se hornean después de ser empanadas en harina de maíz.
Este método de cocción reduce notablemente el contenido de grasas y calorías, manteniendo el rico sabor y la textura de las berenjenas.
La salsa de tomate es un elemento fundamental del plato. Para una versión más saludable, es ideal preparar una salsa de tomate casera utilizando tomates frescos, cebolla, aceite de oliva y albahaca fresca. La salsa se cocina hasta que los sabores se fusionan, resultando en una base sabrosa y ligera para las berenjenas.
Esta versión no frita de las Berenjenas a la Parmesana ofrece numerosos beneficios nutricionales. Las berenjenas son una buena fuente de fibra, vitaminas (como B1, B6 y K) y minerales (como potasio y magnesio), y son ricas en antioxidantes.
Ideal para servir como guarnición pero también como entrante.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación de las berenjenas a la parmesana sin fritura
- 2 berenjenas
- 100 g queso parmesano rallado
- 150 g mozzarella
- 50 g harina de maíz
- c.s. sal fina
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 1 kg tomates frescos o 500 gr de salsa de tomate
- 1/2 cebolla
- c.s. sal fina
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 8 hojas albahaca
Herramientas
- 1 Mandolina
- 1 Fuente para horno
- 1 Cazuela
- Papel absorbente
Pasos
Para preparar las deliciosas berenjenas a la parmesana, comienza preparando la salsa. Si es posible, prepárala con tomates frescos, pelados y cortados en trozos, o de lo contrario con la salsa de tomate. Sofríe en un poco de aceite de oliva virgen extra, en un sartén, media cebolla picada y cocina durante unos treinta minutos. Sala y deja a un lado.
Mientras tanto, lava bien las berenjenas y córtalas en rodajas, no demasiado finas, con una mandolina. Espolvorea ligeramente con sal ambos lados de las rodajas y deja reposar durante unos 30 minutos para eliminar el exceso de agua. Luego seca con papel absorbente para eliminar la humedad y la sal.
Rocía cada rodaja con un poco de aceite y empánalas en harina de maíz. Colócalas en una fuente para horno cubierta con papel de hornear, y hornea a 200 grados durante 10 a 15 minutos. Hasta que estén suaves.
Terminada la cocción, engrasa una fuente y extiende la primera capa de berenjenas. Cubre con la salsa
con la mozzarella en trozos, el queso parmesano rallado y haz otra capa, y así sucesivamente hasta terminar los ingredientes.
Hornea durante unos veinte minutos a 180 grados o hasta que la superficie esté dorada. Terminada la cocción, deja reposar unos diez minutos y sirve…
¡Y buen provecho de parte de Barbara!
Consejos y conservación
Utiliza berenjenas de buena calidad y frescas. Una berenjena fresca debe ser firme y compacta cuando la presionas con los dedos. Si está demasiado blanda o suave, significa que está demasiado madura y puede contener demasiadas semillas. Las berenjenas de tamaño mediano tienden a tener menos semillas y son menos amargas que las más grandes
La Parmesana sobrante se puede conservar en el frigorífico durante 2-3 días. Recalienta en el horno para mantener la textura crujiente
Puedes congelar la Parmesana cocida. Envuélvela bien en papel film y colócala en un recipiente hermético. Para recalentarla, descongélala en el frigorífico y luego recalienta en el horno.
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