Esta cheesecake vegana sin cocción es adecuada para quienes siguen una dieta vegana, que no incluye el consumo de productos de origen animal y sus derivados, o para quienes simplemente no quieren o no pueden consumir lácteos y huevos. A diferencia de la clásica cheesecake, la que os propongo hoy no requiere cocción, por lo que es ideal en temporada de calor.

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Dificultad: Fácil
Costo: Medio
Tiempo de reposo: 8 Horas
Tiempo de preparación: 30 Minutos
Porciones: 10 Personas
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Primavera, Verano

Ingredientes

400 g tofu (silken)
400 ml nata vegetal para montar
1 vaina de vainilla
70 g sirope de agave
1 limón
1 pizca cúrcuma en polvo
200 g galletas (veganas)
70 g aceite de coco
300 g fresas
5 g agar agar
3 cucharadas zumo de limón
3 cucharadas sirope de agave

Herramientas

1 Batidora
1 Molde
1 Batidor
1 Cacerola

Pasos

Poner las galletas en una batidora y triturar.
Agregar el aceite de coco o la mantequilla vegetal, previamente derretido en el microondas o al baño maría.
Mezclar bien todo.
Verter la preparación en un molde de 22 cm y compactar bien.
Poner en la nevera durante 30 minutos.
Triturar con una batidora de mano el tofu hasta que quede suave y cremoso.
Agregar al tofu el sirope de agave, la cúrcuma, la vainilla y la ralladura de limón, triturar nuevamente.
Montar la nata y agregarla a la crema de tofu y mezclar bien la mezcla.
Verter en el molde y transferir al frigorífico durante 6 horas.
Lavar las fresas y quitarles el rabito.
Trocearlas en una cacerola y cocinarlas con el sirope de agave y el zumo de limón durante unos 10 minutos o hasta que estén suaves.
Agregar el agar agar y llevar a ebullición durante 2 minutos.
Dejar enfriar durante 10 minutos, luego verter sobre la cheesecake.
Enfriar en el frigorífico durante otras dos horas.
Abrir el molde y colocar delicadamente en un plato de servir.
Decorar con algunas hojas de menta fresca.
Servir bien fría.