Lo llamo elixir de aloe ya que es mi aliado contra los males de la temporada.

Es un concentrado de bienestar compuesto por solo dos ingredientes, aloe y miel.

Ambos ricos en sustancias beneficiosas.

La miel es un potente antioxidante, además ayuda a vencer la tos y el resfriado, es un excelente aliado del corazón ya que reduce el riesgo de ictus y es un excelente antiinflamatorio.

Mientras que el aloe es un concentrado de vitaminas y minerales, mejora la flora bacteriana, purifica y desintoxica el organismo, es antiinflamatorio y antioxidante.

Así que ¿qué más queremos? Natural y genuino nos ayuda a aumentar nuestras defensas inmunitarias para afrontar la temporada fría.

De fácil y sencilla preparación, la única nota es la precaución al prepararlo y el uso de las hojas de Aloe Arborescens.

De hecho, es importante recoger hojas de plantas ya grandes, y tomar las que están en el centro de la planta, por lo tanto, ni demasiado viejas ni demasiado jóvenes.

Para mí, que vivo en el campo, es fácil encontrarla y cultivarla. Pero para quienes viven en la ciudad les recomiendo comprar una o dos macetas que también sirven de adorno, y cultivarlas.

El sabor es ligeramente amargo, pero absolutamente apetecible, también porque la dosis a tomar al día es realmente mínima, una cucharada dos veces al día antes de las comidas.

Debe tomarse en ayunas veinte minutos antes del desayuno, la cena o el almuerzo.

Para comenzar de manera saludable el día te recomiendo combinar el elixir de aloe con

Dificultad: Muy fácil
Costo: Económico
Tiempo de preparación: 15 Minutos
Métodos de Cocción: Sin cocción
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes para la preparación del elixir de aloe para un tarro de 250 gr

300 g gel de aloe
300 g miel

Herramientas

1 Batidora
1 Frasco
Aluminio
1 Cuchillo
1 Tazón

Pasos para la preparación del elixir de aloe

Para preparar el elixir de aloe, comenzamos recogiendo de una planta de Aloe Arborescens sana y de algunos años, 6-8 hojas medianas ubicadas en el centro de la planta. Luego, con un cuchillo, cortamos la parte de la hoja unida a la planta y secamos la parte cortada con papel absorbente, para que absorba el posible líquido amarillento que no se debe incluir en la receta.

Luego, las lavamos bien bajo agua corriente de manera cuidadosa y las secamos con un paño. Con un cuchillo cortamos los lados donde están las espinas y destripamos las hojas siempre con la ayuda de un cuchillo, para recuperar la pulpa de gel viscoso.
Lo colocamos en un tazón junto con miel y luego lo vertemos en una batidora y batimos hasta obtener una mezcla líquida
Esta operación es necesario hacerla en penumbra y con las luces apagadas ya que no debe recibir luz y además lo más rápidamente posible ya que con el contacto del aire puede perder algunas sustancias beneficiosas. Concluimos introduciendo en un tarro previamente esterilizado (ver aquí el procedimiento) y revestimos el recipiente con aluminio para que no reciba luz.