Los calabacines son los protagonistas en muchas recetas de verano. Muy versátiles en la cocina, podemos realmente dar rienda suelta a nuestra creatividad con ellos.
Y gratinados son realmente excelentes, crujientes por fuera y tiernos por dentro, se pueden servir como acompañamiento para cualquier tipo de plato, ya sea de carne o pescado.
Fáciles de preparar, realmente están al alcance de todos y créanme que el resultado siempre es apreciado.
En esta receta los calabacines (yo usé los trompeta de Albenga, pero van genial los clásicos calabacines que se encuentran en el mercado) se sazonan con aceite de oliva virgen extra y luego se empanan en pan rallado y parmesano.
Luego cada uno puede personalizarlos a su gusto, por ejemplo usando pecorino en lugar de parmesano, o un queso que se derrite como la scamorza o la mozzarella, o agregar ajo.
Digamos que esta versión es la más delicada y que se puede combinar fácilmente con otros platos.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación de los calabacines gratinados
- 4 calabacines
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 4 cucharadas queso parmesano rallado
- 4 cucharadas pan rallado
- c.s. sal
Utensilios
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Bol
- 1 Bandeja para horno
Pasos para la preparación de los calabacines gratinados
Para preparar los deliciosos calabacines gratinados, comencemos por lavarlos bien bajo el agua y retirar los extremos.
Luego los colocamos sobre una tabla de cortar (o usamos una mandolina) y con un cuchillo los cortamos en rodajas bastante gruesas, de aproximadamente medio centímetro. Luego los colocamos en un bol y los sazonamos con el aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien porque el aceite debe actuar como aglutinante con los otros ingredientes. Después añadimos queso parmesano rallado.
y el pan rallado, la sal y mezclamos bien todo, para que se empanen perfectamente.
A continuación, forramos una bandeja con papel de horno y vertemos los calabacines de forma uniforme.
Calentamos el horno a 180 grados y horneamos durante al menos 30 minutos, hasta que estén bien dorados.
Una vez terminada la cocción, sacamos del horno, dejamos enfriar ligeramente y finalmente servimos solos o acompañados de un buen segundo y … ¡buen provecho!
Conservación y notas
Los calabacines gratinados se conservan en la nevera durante dos días. Antes de servir, recomiendo calentarlos en el horno durante unos minutos.
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