Tarta de queso con obleas sin nata, con queso cremoso y yogur, una receta fácil, fresca y deliciosa, prácticamente sin cocción.
Para la base de esta receta he utilizado un molde de 20 cm, cubierto con una hoja de papel de horno cortada a medida que también cubría los bordes.
Como alternativa, si lo tienes, puedes usar un molde desmontable, que te facilitará la operación al momento de quitar la tarta del molde.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: molde de 20 cm
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 200 g oblea de cacao (o las que prefieras)
- 200 g queso para untar
- 100 g yogur natural
- 30 g azúcar glas
- 3 hojas gelatina alimentaria
- 75 ml leche (más dos cucharadas para la base de la tarta)
- 40 g leche condensada
Herramientas
- 1 Cuenco
- 1 Molde
- 1 Batidora
- 1 Papel de horno
- 1 Cazo
- 1 Batidor de mano
Pasos
Para realizar la tarta de queso con obleas sin nata, primero ponemos en remojo la gelatina alimentaria durante 10 minutos en agua fría.
La exprimimos y la derretimos en 75 ml de leche, mezclándola con un batidor de mano.
Dejamos que se enfríe.
Trituramos mientras tanto 150 gr de los 200 gr de obleas previstos para la receta y los mezclamos con dos cucharadas de leche.
Forramos la base del molde con papel de horno y vertemos la base.
Nivelamos y ponemos en el frigorífico a reposar durante al menos 30 minutos.
Ahora nos dedicamos a la crema. En un cuenco trabajamos el queso para untar con el resto de las obleas desmenuzadas toscamente (reservad un par para la decoración final si lo deseas). Añadimos el azúcar glas, la leche con la gelatina, el yogur y la leche condensada.
Mezclamos bien hasta obtener una mezcla homogénea, que vertemos sobre la base de galletas.
Nivelamos.
Dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 3 horas y decoramos, al gusto, con las obleas restantes.
Como decoración final podemos añadir también chocolate fundido al baño maría o en el microondas, dejando reposar en el frigorífico otra hora.
Quitar del molde al momento de servir en la mesa.
