Pizza en bandeja.

Debo confesarlo: no soy una gran amante de la pizza, prefiero la pasta, pero hay una sola excepción… ¡la hecha en casa!

Y entre todas las versiones que he probado, esta es mi favorita: una receta especial, nacida de las manos de mi esposo, que siempre sabe cómo preparar una masa suave y un sugo aromático que conquista a todos al primer bocado.

Aquí está la receta que hace especial cada cena nuestra, lista para ser probada también por vosotros.

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  • Dificultad: Media
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 2 Horas
  • Tiempo de preparación: 20 Minutos
  • Porciones: 2 Piezas
  • Métodos de Cocción: Horno
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las temporadas

Ingredientes

  • 500 g harina 0
  • 320 g agua (tibia)
  • 15 g levadura de cerveza fresca
  • 3 cucharaditas sal (para la masa)
  • 1 cucharadita azúcar
  • 500 ml puré de tomate
  • 4 mozzarella
  • 1 cucharada aceite de oliva virgen extra
  • c.s. sal (para el condimento)
  • c.s. orégano

Herramientas

  • 2 Bandejas de 28 cm
  • Bol grande
  • Papel film
  • Olla
  • Cuchara de madera

Pasos

  • Disolvemos la levadura y el azúcar en la mitad del agua dentro de un bol grande.

    Añadimos una parte de la harina y mezclamos con una cuchara de madera. Unimos gradualmente la harina restante y el resto del agua, continuando a trabajar la masa. Cuando adquiere consistencia, añadimos la sal y amasamos hasta obtener un compuesto suave y elástico.

    Cubrimos el bol con papel film o con un paño limpio y dejamos reposar durante aproximadamente 2 horas, hasta que la masa duplique su volumen.

    El truco para una fermentación perfecta: la masa debe estar en un ambiente cálido y sin corrientes de aire. Yo siempre cubro el bol con una manta o incluso con una toalla de playa, así la pizza crece suave y ligera.

  • Mientras tanto, nos dedicamos al condimento.

    En un cazo, calentamos el aceite de oliva virgen extra con un diente de ajo. Añadimos el puré de tomate, una pizca de sal y orégano. Cocinamos durante 20 minutos a fuego lento, mezclando de vez en cuando. Dejamos enfriar completamente antes de usarlo sobre la pizza.

  • Precalentamos el horno a 230 grados.

    Engrasamos dos bandejas redondas de 28 cm con un hilo de aceite de oliva virgen extra. Dividimos la masa en dos partes y la extendemos delicadamente con las manos hasta cubrir toda la superficie.

    Distribuimos el sugo enfriado sobre cada pizza. Añadimos la mozzarella cortada en rodajas, un hilo de aceite y una pizca de orégano.

  • Cocinamos en la parte baja del horno precalentado a 230°C durante unos 15 minutos, hasta que la pizza esté dorada y la mozzarella fundida.

    Sacamos del horno, dejamos enfriar solo unos minutos… ¡y la pizza en bandeja está lista! Suave, aromática e irresistible, lista para servir de inmediato.

    ¡Buen provecho!

Conservación y consejos

¡Consumir de inmediato!

Puedes conservarla a temperatura ambiente:
Después de haberla dejado enfriar completamente, la pizza se conserva 1 día cubierta con papel film o en un recipiente hermético.

O en frigorífico:
Se puede conservar hasta 2-3 días, siempre cubierta, y recalentar en horno a 180°C durante unos minutos antes de consumirla.

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