Hoy os propongo unos deliciosos y sabrosos crostini para aperitivos rigurosamente sin gluten, sin lactosa y sin huevos. Son fáciles, crujientes, perfectos para acompañar salsas, cremas y todo lo que nos gusta o lo que nos sugiere la imaginación para enriquecer de sabor nuestros entrantes, bufés o los aperitivos, precisamente.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 5 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 300 gramos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 5 g levadura de cerveza fresca sin gluten
- 50 g mezcla sin gluten para pan y pizza
- 50 ml agua a temperatura ambiente
- 300 g mezcla sin gluten para pan y pizza
- 150 ml agua a temperatura ambiente
- 3 g sal fina
- 15 ml aceite de semillas
- pre-fermento de masa fermentada
Pasos
La masa para los crostini debe prepararse y cocinarse un día antes, porque para poder cortarlos finos y sin problemas, es necesario que el pan esté completamente frío.
Para realizar nuestros deliciosísimos crostini para aperitivos sin gluten comenzamos preparando el lievito o pre-fermento, como se prefiera llamar.
En un bol pequeño vertemos el agua y añadimos la levadura. Mezclamos con un tenedor para que la levadura se disuelva y luego añadimos la mezcla de harinas para pan y pizza sin gluten tamizada.
Mezclamos lo justo para obtener una masa blanda (foto 1 empezando desde la izquierda), que sellaremos perfectamente con film transparente y dejaremos duplicar su volumen (foto 2) (dependiendo de la temperatura en casa).
Cuando el pre-fermento esté bien inflado, lo transferimos delicadamente a un bol grande. Añadimos el agua y mezclamos un poco para disolver el pre-fermento. Luego añadimos la mezcla tamizada, la sal fina, el aceite y amasamos con las manos, lo justo para obtener una masa firme (no dura, pero firme, estable, no blanda) en la que todos los ingredientes se han amalgamado uniformemente (tercera foto en la parte superior).
Modelamos la masa obtenida, dándole la forma de un cilindro (cuarta foto en la parte superior) y la dejamos fermentar en un molde de plumcake de 22 cm. forrado con papel de horno.
Cubrimos sin que la masa sea tocada y dejamos fermentar hasta que el pan haya casi alcanzado el borde del molde.
En ese momento, encendemos el horno a 180* y lo llevamos a temperatura.
Horneamos el pan, en el horno caliente, a media altura, hasta que parezca cocido (aproximadamente 40/45 minutos (depende del tipo de horno).
Cuando el pan esté cocido, lo sacamos del horno y dejamos enfriar completamente, antes de cortarlo, ya que podría romperse.
Cuando esté frío, lo colocamos sobre una tabla de cortar y con un cuchillo largo y bien afilado (importante), lo cortamos en rodajas finas o según las necesidades.
Ahora solo nos queda elegir si dorar los crostini en el horno o en una plancha de hierro fundido.
Si decidís dorarlos en el horno, colócalos en el nivel más bajo, sobre papel de horno o en una bandeja con papel de horno, y luego encender el grill; tened cuidado de que no se quemen (especialmente si son muy finos). Solo llevarán unos minutos para dorarlos; es importante sacarlos inmediatamente del horno, para evitar que el calor excesivo del grill pueda comprometer su forma o color.
Para la plancha de hierro fundido: calentarla muy bien y asar los crostini por ambos lados; también en este caso, si el calor fuera excesivo, los crostini tenderían a arquearse.
Guardarlos en una bolsa para alimentos tan pronto como se hayan enfriado. Se conservan incluso durante dos días, sin perder crocancia.
La idea extra. La versión base de estos deliciosos crostini tiene un sabor neutro, ni dulce ni salado, precisamente para poder ser combinados con lo que nos guste. Si queremos, la masa puede ser sazonada, añadiendo, por ejemplo, una cucharadita de concentrado de tomate, pasta de aceitunas, aromas finamente picados (albahaca, orégano, guindilla, etc.).
Bon appétit