Hoy os propongo una guarnición de acelgas tan simple como sabrosa y saludable. Admito que las acelgas son una verdura que utilizo poco, pero ahora prometo cocinarlas más a menudo porque me han resultado realmente sorprendentemente buenas. Sin mencionar el hecho de que son ricas en vitaminas, sales minerales y fibras. El plato es facilísimo, los ingredientes son pocos y la cocción es en sartén, así que seguid mi consejo y probadlo cuanto antes. Luego, decidme qué os ha parecido.
Otros acompañamientos en sartén:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
Ingredientes para la guarnición de acelgas
- 1 manojo acelgas (500/600 g)
- 1 diente ajo
- Unos cuantos filetes de anchoa en aceite
- guindilla (al gusto)
- 150 ml agua
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Cacerola con tapa
Preparación de la guarnición de acelgas
Eliminar la parte terminal del manojo de acelgas y lavar muy bien las hojas bajo agua corriente.
Escurrirlas, luego separar los tallos de la parte verde de las hojas.
Cortar los tallos en bastones, cortando por la mitad los más largos.
Reducir las hojas en tiras.
En una cacerola grande, calentar unas cucharadas de aceite y sofreír el diente de ajo picado grueso. Si no os gusta el ajo, podéis dejarlo entero y retirarlo al final de la cocción.
Dejarlo chisporrotear por unos instantes luego añadir los filetes de anchoa y una pizca de guindilla en copos (dosificarla al gusto según vuestro gusto personal).
Disolver las anchoas aplastándolas con el dorso de una cuchara de madera.
Cuando se hayan deshecho completamente, añadir los tallos de las acelgas y sofreírlos a fuego alto durante 3/4 minutos, removiéndolos a menudo.
Ahora añadir también las hojas, una generosa pizca de sal y una molienda de pimienta negra y dejar que se marchite todo por unos minutos.
Finalmente verter en la cacerola el agua caliente, poner la tapa, bajar el fuego y cocinar durante unos veinte minutos, removiendo de vez en cuando. Al final de la cocción, ajustar la sal, si es necesario. Servir la guarnición de acelgas caliente o tibia. ¡Disfrutad! Paola
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