Después de la tarta fría de limón, aquí tienes una variante igual de deliciosa: la tarta fría de leche y chocolate. También en este caso la crema no contiene nata o mascarpone y tampoco gelatina. Está hecha con leche a la que he añadido chocolate con leche y queso fresco para untar. Es una especie de cheesecake delicada, fácil de preparar y que no requiere cocción en el horno. Sorprenderás a todos con pocos y simples gestos.
Otras tartas frías que no te puedes perder:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 10 personas
- Métodos de Cocción: Hornillo
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la tarta fría de leche y chocolate
- 220 g galletas Digestive
- 100 g mantequilla
- 10 g cacao amargo en polvo
- 500 ml leche
- 1 huevo (mediano)
- 80 g azúcar
- 60 g almidón de maíz (maicena)
- 60 g chocolate con leche
- 100 g queso fresco para untar
- 30 g chocolate con leche
- 10 g avellanas enteras peladas
Herramientas
- 1 Batidora
- 1 Molde desmontable de 22 cm de diámetro
- 1 Cacerola
- 1 Batidor de mano
- 1 Espátula
Preparación de la tarta fría de leche y chocolate
Cubrir con papel de horno el fondo y los bordes de un molde desmontable de 22 cm de diámetro. Yo solo unté mantequilla en el fondo porque mi molde tiene una base de cerámica que se convierte en el plato de presentación final. Como alternativa, puedes utilizar solo el aro del molde sobre un plato ya que la tarta no requiere cocción en el horno.
Colocar las galletas Digestive en una batidora y triturarlas finamente. Yo utilicé la Thermomix (10 seg. vel. 7), pero cualquier otro robot de cocina sirve perfectamente.
Agregar la mantequilla en trozos y el cacao amargo, y mezclar todo (con la Thermomix 10 seg. vel. 5/6).
Finalmente, verter la mezcla obtenida en el molde y nivelarla compactándola bien por toda la base con el dorso de una cuchara. Transferir al frigorífico mientras se prepara la crema.
Cascar el huevo en una cacerola, añadir el azúcar y mezclar con un pequeño batidor de mano hasta que estén perfectamente combinados.
Luego, añadir gradualmente el almidón de maíz e incorporarlo siempre con el batidor de mano.
Ahora verter la leche en varias veces.
Colocar la cacerola en el fuego y cocinar la crema a fuego lento durante unos diez minutos, removiendo continuamente con el batidor: poco a poco verás que comenzará a espesarse.
Alcanzada la consistencia adecuada, retirar la cacerola del fuego y añadir el chocolate con leche y el queso fresco para untar. Mezclar con cuidado hasta que el chocolate se haya derretido y todos los ingredientes estén perfectamente combinados.
Verter la crema obtenida sobre la base de galletas y nivelarla con una espátula.
Por último, dejar que la tarta se temple a temperatura ambiente antes de transferirla al frigorífico durante al menos cuatro horas. Yo la preparé el día anterior.
Pasado el tiempo de enfriamiento, decorar la tarta fría de leche con virutas de chocolate y avellanas picadas de forma gruesa. Conservarla en el frigorífico hasta el momento de servirla. ¡Disfruta! Paola
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