Las rosquillas de limón son unos dulces suaves sin mantequilla y súper aromatizados con limón, se preparan en pocos minutos con pocos ingredientes y se hornean. ¡Estas rosquillas son perfectas para desayunos y meriendas de toda la familia! Puedes usar tanto stevia como azúcar (encontrarás las indicaciones y los gramos en la sección de ingredientes), pruébalas porque ¡están buenísimas! Una vez cocidas y frías, también puedes congelarlas para tener siempre una reserva lista en el congelador. ¡Pero ahora basta de palabras y corre a probar estas rosquillas de limón!
Y si te encantan las rosquillas aquí encuentras varias versiones dulces y saladas:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para las rosquillas de limón
- 1 huevo
- cáscara de 1 limón (rallada, limón con cáscara no tratada)
- 160 g harina 00
- 100 g agua
- 18 g stevia (o 54 g de azúcar)
- 1 cuchara aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita polvo de hornear para dulces
Herramientas útiles
- Báscula de alimentos
- 2 Bol
- Cuchara
- Molde para rosquillas
- Rallador
- Cucharadita
- Tamiz
Preparación de las rosquillas de limón
En un bol, verter el huevo, el agua, la stevia (o el azúcar) y el aceite, y con una cuchara batir enérgicamente hasta obtener una emulsión homogénea.
Añadir la cáscara rallada de un limón no tratado y mezclarla con el resto.
En otro bol, mezclar la harina y el polvo de hornear tamizándolos, luego añadirlos en el bol con los líquidos y mezclar con una cuchara hasta obtener una masa muy suave y sin grumos.
Aceitar y enharinar el molde para rosquillas, verter la masa a cucharadas (las cantidades son perfectas para 6 rosquillas), golpear ligeramente la bandeja sobre la mesa para nivelar bien la masa.
Calentar el horno a 220° y una vez caliente, hornear y cocinar durante 25 minutos, una vez cocidas, retirar las rosquillas de limón del horno.
Antes de retirar las rosquillas del molde, esperar a que se enfríen completamente, una vez frías, desmoldarlas y servirlas, tal vez acompañadas de una rodaja de limón fresco y unas hojitas de menta.