La Focaccia Pugliese con Masa Madre es una de esas preparaciones de la tradición italiana que no podía dejar de hacer, ¡especialmente después del viaje del verano pasado a Apulia! Cuando la hago siempre tiene un gran éxito: suave, jugosa y aceitosa, ¡desaparece en un abrir y cerrar de ojos! Como su hermana toscana, la schiacciata, también la focaccia pugliese es muy amada por grandes y pequeños y es el alma de cualquier reunión familiar. ¡Si os he intrigado, atad el delantal y venid conmigo! ¡Os dejo también algunos enlaces de recetas que creo que os pueden interesar!😊

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 2 Días
- Porciones: 8
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes
El ingrediente principal de la focaccia pugliese es la sémola remolida, la harina reina de todas las preparaciones apulianas. Yo he optado por usar en su mayoría la sémola de Senatore Cappelli, que tiene un índice glucémico más bajo, es más rústica y tiene un sabor aromático más persistente. Por otro lado, al ser más «integral» puede suceder que sea un poco menos suave y alveolada aunque mucho depende de los distintos molinos. Para una focaccia alta, recomiendo usar toda harina de sémola «normal».
- 200 g sémola remolida de trigo duro (senatore Cappelli)
- 130 g sémola remolida de trigo duro
- 170 g agua
- 120 g masa madre (refrescado y duplicado)
- 120 g patatas (hervidas y trituradas)
- 5 g malta de cebada (en polvo)
- 15 g aceite de oliva virgen extra
- 8 g sal
- 200 g tomates cherry
- 50 g aceitunas negras (deshuesadas)
- 10 g orégano seco
- 7 g sal
- 40 g aceite de oliva virgen extra
Herramientas
Para realizar la focaccia pugliese con masa madre no se necesitan grandes cosas. Seguramente lo más útil es la amasadora (o la batidora) pero eso no quita que sea factible también con un bol y un poco de esfuerzo manual.
- 1 Amasadora
- 1 Tabla de amasar
- 1 Bol
- 1 Bandeja para hornear redonda de 32 cm
- 1 papel de horno
Pasos
Como para todas las preparaciones con masa madre, también esta focaccia pugliese necesita una larga fermentación y maduración cuyos tiempos dependen de muchas variables como la salud de su propia masa madre, la humedad del entorno o la temperatura de su hogar. Por regla general, una masa madre en forma debería duplicarse en 4 horas a una temperatura de 26 grados.
Trocear la masa madre ya refrescada y duplicada en el bol de la amasadora. Añadir 70 g de agua y disolverla utilizando la batidora con pala.
Debe resultar un líquido denso y lechoso, lleno de burbujas, señal de que la masa está bien activa. Dejarlo funcionando un poco más añadiendo también la malta de cebada antes de pasar al siguiente paso.
Apenas la malta de cebada se haya disuelto completamente, comenzar a insertar alternativamente la sémola remolida y el resto de agua en al menos dos/tres veces, teniendo cuidado de que el líquido se absorba en la harina antes de agregar más.
Una vez que la masa esté compacta, densa y elástica, añadir las patatas ya trituradas.
A este respecto, mi consejo es triturarlas bien mientras estén calientes porque después se vuelve más difícil.
Continuar mezclando las patatas con la masa y cuando todo esté uniforme, colocar el gancho. A velocidad media, añadir el aceite y concluir con la sal.
Aumentar la velocidad para favorecer el amasado y después de que este último se haya completado, transferir la masa a un bol untado con un poco de aceite.
En el bol dejar reposar la masa 45 minutos, luego hacer 3 vueltas de pliegues simples a intervalos de media hora. Cubrir con film transparente o con tapaderas de silicona (yo prefiero esto último por ser una opción más ecológica).
En este punto se puede elegir si esperar el doblado a temperatura ambiente y luego seguir con el resto de la receta, o después de una hora ponerla en la nevera, donde madurará. Yo prefiero la segunda opción también por cuestiones organizativas.
Al día siguiente, sacar del frigorífico la masa, dejar que tome temperatura ambiente y luego sobre la tabla estirar la masa, hacer un doblez en cartera y dejar reposar media hora bajo un bol. Esto dará estructura a la masa y reactivará la fermentación.
Engrasar la bandeja (o alternativamente engrasar el papel de horno colocado sobre la bandeja) y colocar la masa.
Con las yemas de los dedos comenzar desde el centro y estirarla delicadamente hacia el exterior, cuidando de no romper las burbujas de fermentación atrapadas en la masa. Continuar hasta que comience a retraerse.
Cubrir con el film transparente la masa estirada parcialmente y esperar al menos una hora antes de continuar la extensión. Esto permitirá relajar la masa y será mucho más fácil completar el procedimiento sin romperla o desgarrarla.
Después de cortar por la mitad los tomates cherry y las aceitunas, adornar la focaccia pugliese con masa madre llenando bien todas sus partes y hundiéndolos bien en la masa.
Yo he elegido los tomates cherry mixtos porque me gustan tanto visualmente como de sabor, pero la tradición solo usaría los rojos. Terminar con abundante aceite, una pizca de orégano y sal.
Mientras tanto, encender el horno a 230 grados y dejar calentar. Obviamente este paso depende mucho del tiempo de calentamiento del propio horno, así que si el horno tarda mucho más en calentarse conviene encenderlo durante la última extensión de la masa en lugar de mientras se condimenta la focaccia pugliese con masa madre.
Cocerla durante 15/25 minutos, siempre en función del rendimiento del horno. Teniendo la piedra refractaria (que es realmente muy útil para aumentar la temperatura y cocinar pizzas, pan y focaccias), yo tengo que esperar un poco más para calentarla bien, pero tarda mucho menos en cocinar lo que se pone encima.
Cuando la focaccia pugliese con masa madre esté bien dorada y los tomates cherry bien cocidos, sacarla del horno y dejar enfriar unos veinte minutos antes de servirla. ¡Cortarla y disfrutarla!
Conservación y consejos
La Focaccia pugliese con masa madre está buenísima incluso al día siguiente, aunque os aseguro que difícilmente llegará hasta entonces. La base es perfecta para dar vida a diferentes interpretaciones, dependiendo de vuestra propia creatividad (¡que no me oigan los apulianos!); especialmente las verduras a la parrilla o las berenjenas en aceite para servir. Si esta receta os ha intrigado, podéis echar un vistazo también a mi focaccia ligure al formaggio o la focaccia suave con squacquerone.
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