Deliciosamente esponjosos y aromáticos, los bollos dulces con glaseado y granillo de pistacho harán delicioso cualquier momento de vuestro día. Están hechos con levadura natural y no contienen yemas. Ponedlos en la tartera para el colegio o para el trabajo; será un placer disfrutar de su esponjosidad.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 12 Horas
- Porciones: 12/15 bollos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 125 g Masa madre
- 400 g Harina Manitoba
- 100 g Harina 0
- 210 ml Agua
- 75 g Azúcar
- 3 g Sal fina
- 25 Mantequilla a punto de pomada
- 30 g Clara de huevo (media)
- 50 g Azúcar glas
- 40 g Granillo de pistacho
Preparación
Refrescamos la masa madre según nuestras costumbres, usando la misma Manitoba que usaremos en la masa. La Manitoba que he usado tiene una fuerza de 350W.
Tomamos la cantidad de masa madre que necesitamos y la ponemos en una amasadora.
Unimos la mitad de las harinas tamizadas juntas y la mitad del agua. Amasamos groseramente durante un minuto, cubrimos y dejamos reposar durante 30 minutos.
Mientras tanto, sacamos la mantequilla del frigorífico y la cortamos en trozos. Deberá ablandarse para poder ser trabajada fácilmente con los dientes de un tenedor para hacerla cremosa.Pasado el tiempo, agregamos el resto de los ingredientes (excepto la mantequilla) y amasamos hasta que la masa esté bien ligada (es decir, se desprenda completamente de las paredes del bol, dejándolo «limpio») y compacta.
En este punto, añadimos la mantequilla a punto de pomada poco a poco (sin añadir más hasta que la anterior no haya sido absorbida completamente) y trabajamos la masa lo suficiente. Cubrimos el bol con film transparente y dejamos que leve hasta que doble su volumen.Cuando la masa haya levado, la transferimos a una superficie de trabajo; en esta fase la masa no estará pegajosa.
La estiramos en forma de rectángulo, delicadamente, con las manos y hacemos los «pliegues», llevando cada lado de nuestro rectángulo (uno por uno) hacia el centro de la masa.
Repetimos esta operación dos veces. Es importante para obtener esponjosidad y una estructura bien alveolada que luego encontraremos en nuestros exquisitos bollos.
Cortamos bolas de unos 50/70 gramos cada una, las colocamos en moldes y las ponemos en una bandeja para horno.Cubrimos y dejamos que leven hasta que los bollos alcancen el borde de los moldes.
Una vez que han levado, encendemos el horno a 160*.
Mientras tanto, ponemos unos 30 gramos de clara de huevo en un bol. Añadimos el azúcar y mezclamos hasta obtener una mezcla fluida pero no líquida.Pincelamos nuestros bollos con el glaseado y los espolvoreamos con el granillo de pistacho.
Horneamos los bollos a media altura, en el horno caliente, durante unos 40/50 minutos o hasta que estén dorados en la superficie.¡Buen provecho!

