Cheesecake corazón de nata: sin cocción, sin estrés y con un sabor que sorprende.
Es una de esas recetas que nacen casi por casualidad, con pocos ingredientes en el frigorífico y muchas ganas de dulzura. Así nació esta cheesecake: una tarta fría, simple y cremosa, que sabe a verano y pone de acuerdo a todos.
La base crujiente de galletas Digestive, la crema ligera con nata vegetal y un toque de mascarpone, y la decoración con gotas de chocolate y barquillos de cacao la hacen perfecta para cualquier ocasión, desde el almuerzo del domingo hasta una merienda fresca y golosa.
Esta receta es una excelente alternativa a la Cheesecake de limón, a la Tarta fría de frutos del bosque, a la Cheesecake stracciatella o también a la Tarta fría de yogur y melocotón.
Pruébala y cuéntame si te ha gustado.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 8 Personas
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 300 g galletas Digestive
- 150 g mantequilla
- 500 g nata vegetal azucarada para montar
- 150 g mascarpone
- 3 hojas gelatina
- 1 taza de café leche
- c.s. gotas de chocolate
- c.s. barquillos de cacao (tipo canutillos)
- 1 cucharadita extracto de vainilla
Herramientas
- Batidora
- Batidoras eléctricas
- Moldes desmontables de 22 cm
Pasos
Trituramos finamente las galletas Digestive con una batidora y las mezclamos con la mantequilla derretida.
Vertemos la mezcla en un molde desmontable de 22 cm forrado con papel de horno y lo compactamos bien con el dorso de una cuchara.
Guardamos en el frigorífico durante al menos 30 minutos o en el congelador.
Mientras tanto, ponemos a remojar las hojas de gelatina en agua fría durante unos 10 minutos.
Montamos la nata vegetal bien fría del frigorífico hasta obtener una consistencia suave y estable.
Añadimos el mascarpone y el extracto de vainilla directamente a la nata montada e incorporamos con delicadeza, mezclando con las batidoras eléctricas a velocidad mínima.
Escurrimos las hojas de gelatina y las disolvemos en una tacita de leche caliente (unos 50 ml). Vertemos la gelatina en la crema, mezclando inmediatamente y con cuidado para evitar grumos.
Sacamos la base de galleta del congelador, vertemos la crema encima, nivelamos con una espátula y dejamos cuajar en el frigorífico durante al menos 4 horas.
Transcurrido este tiempo, desmoldamos nuestra Cheesecake corazón de nata.
Antes de servir, añadimos gotas de chocolate y barquillos de cacao cortados por la mitad, dispuestos a lo largo del borde o al gusto.
Buen postre.
Conservación y consejos…
Conservar en el frigorífico cubierta con una cúpula para tartas.
Consumir en 2 días.
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