Pasos

• En una sartén grande, sofríe con un chorrito de aceite el diente de ajo,

  

• Añade las espinacas después de lavarlas y secarlas y cocínalas tapadas a fuego medio, removiendo de vez en cuando durante unos diez minutos aproximadamente

  

• Déjalas templar y transfiérelas a un vaso y tritúralas con el minipimer añadiendo 35g de Grana Padano, una pizca de sal y resérvalas

  

• Después de limpiar la cebolla, sofríela en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra o, si prefieres, con una nuez de mantequilla

  

• Una vez que la cebolla esté bien pochada añade el arroz y tuéstalo, removiendo con una cuchara

  

• Desglásalo con el vino blanco y deja que se evapore completamente. Continúa la cocción del arroz añadiendo poco a poco el caldo caliente, removiendo a menudo

  

• Hacia el final de la cocción añade las espinacas al arroz y termina la cocción

  

• Manténlo con mantequilla y con una cucharada de Grana Padano y déjalo enfriar

  

• Añade el huevo y déjalo en el frigorífico durante una hora para que se compacte bien

  

• Después de cortar el queso en trozos, toma un poco de arroz e inserta un trocito de queso en el centro

  

• Toma más arroz cerrando y dando forma a la albóndiga

  

• Vierte un poco de pan rallado en un bol o un plato y cubre completamente las albóndigas, tratando de compactarlas lo más posible

  

• Repite en secuencia hasta terminar todos los ingredientes

  

• Transfiere las albóndigas a la rejilla de la freidora y dales algunas pulverizaciones de aceite

  

• Cocínalas a 200° durante 12 minutos, sube a 220° y continúa durante 2 minutos. Si tu freidora llega como máximo a 200° continúa a esta temperatura hasta obtener el dorado deseado

  

• ¡Están buenísimas!