Pasos

• Abre los huevos y separa las claras de las yemas. Ralla la provola con un rallador de agujeros grandes.

  Coloca las rebanadas de pan directamente en la cesta de la freidora de aire. Con la base de un vaso o lo que prefieras, crea suavemente un surco en el centro de cada rebanada, presionando ligeramente el pan. Vierte solo la clara dentro del surco. No te preocupes si un poco se desborda: en la cocción se asienta.

  

• Distribuye la provola a lo largo de los bordes de la rebanada, dejando el centro libre para la yema que añadirás después. Cocina en la freidora de aire durante 5 minutos a 200°C.
  Saca la cesta, añade con cuidado la yema en el centro de cada tostada (ten cuidado de no romperla — pero si sucede no te preocupes: ¡me ha pasado también y quedan perfectas igual!).
  Vuelve a poner en la freidora de aire y cocina por 3 minutos más a 200°C, o hasta que la yema tenga la consistencia que prefieras.

  

• INDICACIONES PARA EL HORNO: Precalienta el horno estático a 220°C. Sigue el mismo procedimiento descrito arriba. Hornea en una bandeja con papel de horno y cocina por 8 minutos para la primera parte (claras y queso). Luego añade las yemas y continua por otros 4–5 minutos, controlando la cocción para mantener la yema suave.

  Una vez listos, añade un hilo de aceite, sal y pimienta al gusto. Estas tostadas de huevo son perfectas servidas calientes. ¡Pruébalas también con una rebanada de aguacate o con salmón ahumado para una versión más rica!