Pasos

• Si la ricotta ya está bien escurrida y densa, puedes usarla directamente. De lo contrario, escúrrela para eliminar el exceso de agua. Transfiérela a un bol y añade el queso parmesano rallado y una pizca de sal. Mezcla bien hasta obtener una mezcla suave y aterciopelada.

  En un plato, bate los huevos con una pizca de sal. En otro plato, desmenuza los copos de maíz sin azúcar hasta obtener migas gruesas (esto será nuestro empanado crujiente).

  

• Con las manos engrasadas (puedes usar un poco de aceite o agua para evitar que la mezcla se pegue), toma una porción de la mezcla de ricotta y moldéala primero en una albóndiga. Luego, aplánala suavemente para darle la forma de una chuleta. Procede así con toda la mezcla (obtendrás 4 chuletas).

  Pasa cada chuleta primero por el huevo batido, luego por los copos de maíz desmenuzados, presionando suavemente para que el empanado se adhiera bien.

  

• COCCIÓN
  En freidora de aire: Coloca las chuletas en el cestillo de la freidora de aire, añade un ligero rociado de aceite y cocina a 180°C por 10 minutos, dándoles la vuelta a mitad de la cocción para un dorado uniforme.
  En horno: Si prefieres cocinarlas en el horno, precalienta a 200°C y cocina las chuletas con un rociado de aceite sobre una bandeja forrada con papel de horno durante unos 18 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
  En sartén: Si eliges la sartén, calienta un poco de aceite y cocina las chuletas a fuego medio, dándoles la vuelta con suavidad hasta que estén doradas por ambos lados.

  Espera unos minutos antes de emplatar. ¡Sirve y disfruta! ¡Buen provecho!