Pasos

• Comenzamos la preparación de la pasta con aceitunas taggiasche y tomatitos cortando estos últimos con un cuchillo bien afilado y sin dentado sobre una tabla de cortar de madera. ¿Por qué el cuchillo no debe tener dentado? Mamá os respondería: porque sí, ¿quién es la cocinera?! Yo en cambio os explico que después de años de camisas o delantales manchados de salpicaduras de tomate comprendí que era todo culpa de la hoja equivocada. De hecho, un buen cuchillo afilado, sin dentado, permite un corte limpio que no provoca fuegos artificiales de tomate.

  Cortados entonces los tomates pachino, u otros tipos como datterino o ciliegino, podemos proceder a picar finamente la cebolla. No necesitarás mucha, no debemos tener un sofrito para ragú. Solo debemos recordar el aroma de la cebolla y por tanto de la salsa de tomate en nuestro plato de pasta. Encendemos el fogón.

  De hecho, ¡los fogones! Uno para hervir la pasta del formato que habéis elegido y otro para preparar la salsa de tomates y aceitunas taggiasche.

  Vertimos entonces un chorro de aceite de oliva virgen extra en la sartén antiadherente. Ponemos a sofreír la cebolla hasta que esté completamente pochada. Deberá volverse transparente, incolora. En ese momento añadimos un par de ramitas de tomillo fresco. Dejamos que se cocine por unos instantes, sentiréis que soltará su aroma típico y se volverá de un verde brillante.

  Añadimos ahora los tomatitos, espolvoreamos con sal y pimienta negra y dejamos cocinar unos 5 minutos. Regla principal: no se mezclan los tomatitos hasta que yo os lo escriba! Como máximo, si sabéis hacerlo de lo contrario correréis el riesgo de ensuciar toda la cocina, podéis saltear los tomates en la sartén con el clásico movimiento de muñeca. Un día haré un vídeo para explicaros cómo se hace ya que muchos lo preguntáis en el chat. Pasado este primer tiempo de cocción es el momento de desglasar con el vino blanco, añadid entonces las dos cucharadas indicadas en la lista de ingredientes y dejad que se cocine. Más o menos otros 5 minutos.

  

• Pasado este tiempo podremos añadir las aceitunas taggiasche previamente escurridas de la salmuera. También en este caso, añadid las aceitunas pero no mezcléis con la cuchara, nos servirá después. Solo tendréis que tener cuidado de no poner el fogón a fuego alto, este es el único punto fundamental de la receta.

  Los tomatitos soltarán el color adecuado a este primer plato solo si tienen tiempo de ablandarse sin desintegrarse. El truco entonces, además de no mezclar, es saber manejar el fuego. A este punto debería haber llegado a ebullición el agua para cocer la pasta. Así que procedamos a echar la pasta en la olla y bajemos al mínimo el fuego de nuestra salsa de tomatitos.

  Mientras tanto, tomemos la feta griega y cortemos en pequeños cuadraditos. Podéis también comprar la feta ya en cubitos, serán obviamente más grandes que los que veis en la foto. ¡A vuestra elección!

  Escurrimos la pasta y la pasamos rápidamente a la sartén con la salsa. Ahora coged la cuchara, dad una rápida mezcla para colorear las penne o el formato de pasta que habéis elegido. Como buena alumna de Roberta yo lo revuelvo todo con saltos dignos del Circo Tachimiri como diría la Mamá. He visto gambas hacer piruetas en su cocina, gráciles como acróbatas.

  No he mencionado la feta porque yo la añado después de emplatar la pasta. Así que completamente en frío, sin derretirla en la sartén con la salsa. Pero si preferís podéis hacerlo para obtener el clásico «efecto teléfono» típico de los años ’80. Servimos nuestro bonito primer plato con tomatitos pachino y aceitunas taggiasche a nuestra familia o a nuestros invitados. No me queda más que recordaros que os espero cada día en los canales sociales del blog con muchos contenidos de comida y por supuesto la Receta del Día. ¡Os deseo buen provecho!!!