Hoy os presento la receta del Risotto a la crema de azafrán con las dosis para dos personas. También os revelaré algunos truquillos para la cocción perfecta para preparar el más conocido de los primeros platos italianos. Este Risotto alla Milanese de hecho es el plato típico de la cocina lombarda más famoso en Italia y en el mundo. Con sus mil y una variantes, el Risotto Amarillo (como lo llaman también muchos niños) ha llevado al mundo el color y el sabor del Rey de las Especias, así de hecho se llamaba el Azafrán desde la antigüedad. También se considera el Oro Rojo de la Tierra y hay que decir que no es casualidad que el precio de este producto no lo sitúe entre las especias más económicas. Sin embargo, debéis saber que de cada flor se obtienen solo tres pistilos o estigmas que deben recogerse rigurosamente a mano.
Por lo que a mí respecta, compré los pistilos de azafrán en la tienda L’Orto di Pietro de Porto San Giorgio, sé que siempre tienen productos especiales. De hecho, me aconsejaron este pequeño tarro de pistilos (que veis en la foto), de la empresa local «Veri Saporiti» que cultiva el azafrán y lo recolecta rigurosamente a mano. ¡Color maravillosamente intenso!
Dicho esto como introducción de la receta del Risotto alla Milanese paso a enumerar 5 trucos para el risotto perfecto! Tomad nota, queridos lectores:
– Pistilos o Polvo de Azafrán? Pues depende de dos factores: el primero es sin duda el costo a evaluar. Hay tarros de pistilos de azafrán que superan los 7 euros. Sin embargo, la polvo de azafrán la encontráis a precios más accesibles, nunca por encima de los 4 euros por tres sobrecitos. Por lo tanto, identificad primero vuestro umbral de gasto. Tened en cuenta luego que para preparar un risotto al azafrán para dos personas se necesitan: 5 o 6 pistilos por persona o bien 3 o 4 gramos de polvo. El truco más truco sin embargo sigue siendo uno solo. La infusión adecuada de los pistilos o de la polvo de azafrán. Debéis saber que de tantas recetas que he leído, alrededor del 60% recomendaban poner en infusión los pistilos la noche anterior a la preparación. En otras, de 2 a 4 horas antes. Obviamente, para la polvo el discurso cambia. Lo que puedo aconsejaros es como siempre un término medio. He optado por una infusión de 6 horas para los pistilos en un vaso con un hilo de agua a temperatura ambiente que los cubriera apenas. He mezclado ligeramente y los he dejado reposar. En cuanto a la polvo, os recomiendo disolverla en una tacita de agua y mezclar bien dejándola reposar al menos una hora.
– Caldo vegetal! Si no sois afortunados como yo, que tengo una abuela fanática del caldo vegetal que lo produce a cantidades industriales «repartiéndolo como una camella» a toda la familia, os recomiendo prepararlo con tiempo. Se necesitan 500 ml de caldo para un risotto para dos personas al azafrán. Si no os encontráis con los tiempos de preparación de un caldo vegetal pero habéis decidido igualmente comer un buen risotto alla Milanese, comprad un caldo ya preparado. Nadie os juzgará, especialmente mi abuela que para nuestra tranquilidad no sabe cómo acceder a la web.
– Arroz amor mío! Entonces aquí podría volverse un discurso pesado y empalagoso, cada uno tiene su «arroz preferido». No quiero deciros cuál comprar, solo quiero haceros entender que de la elección del arroz (os lo ruego que sea Arroz Carnaroli no hace falta ni que lo escriba) depende la buena ejecución de la receta. Pero puedo deciros que últimamente estoy utilizando una tipología de Rustico Carnaroli con un procesamiento áspero y esto me gusta mucho.
– Temperaturas! Aquí nos jugamos el 50% de la cremosidad del plato. ¿Por qué? Porque al igual que para los dulces, todo debe estar a la temperatura adecuada. El vino que vamos a añadir debe estar a temperatura ambiente mientras que el caldo en constante ebullición. Apuntad estas dos cosas porque son fundamentales. Si luego queréis hacerme feliz, dejad la dosis de mantequilla a temperatura ambiente desde el momento exacto (incluso diez minutos antes no se ofenderá nadie) del inicio de la preparación de la receta.
– Cómo mantecar el risotto! Última pero no menos importante, la mantecación del risotto es el cierre del plato, el momento en que se detiene, se apaga la llama y se descorcha una buena botella de vino para disfrutar con el risotto alla Milanese que acabamos de preparar. Así que procurad buena mantequilla y un excelente queso rallado, una tapa y esperad el tiempo necesario. Sin prisa, sin coger la sartén y empezar a servir en los platos como si no hubiera un mañana.
Ahora que os he revelado los 5 trucos para un risotto perfecto diría que es el momento de poner en práctica lo que hemos comprendido. Pasemos entonces a la receta del risotto cremoso al azafrán! Solo quiero recordaros que podéis seguir todos los canales sociales del blog eligiendo entre la fan page de Facebook Le Ricette di Bea o el perfil de Instagram de Le Ricette di Bea o el tablero de Pinterest de Le Ricette di Bea. Os espero con muchas curiosidades, recetas y contenidos de cocina.
Otras recetas de risottos y pastelitos de arroz:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 6 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 2 personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
- Energía 745,40 (Kcal)
- Carbohidratos 86,78 (g) de los cuales azúcares 3,66 (g)
- Proteínas 11,74 (g)
- Grasa 37,34 (g) de los cuales saturados 23,62 (g)de los cuales insaturados 13,05 (g)
- Fibras 1,61 (g)
- Sodio 1.410,83 (mg)
Valores indicativos para una ración de 100 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 200 g arroz Carnaroli (en mi caso rústico carnaroli)
- 10 azafrán en pistilos (o 4 gramos de polvo)
- Media cebolla blanca (cortada muy finamente)
- 20 g vino blanco (a temperatura ambiente)
- 75 g mantequilla
- 500 ml caldo vegetal (hecho en casa por la abuela)
- 1 pizca sal
- 40 g queso (rallado)
Herramientas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Olla
- 1 Cuchara de madera
- 1 Vaso
- 1 Cucharita
- 1 Rallador
- 1 Cocina
Pasos
Empezamos la preparación del risotto a la milanesa poniendo en infusión el azafrán. Si habéis elegido, como en mi caso, los pistilos, os recuerdo que este paso debe realizarse al menos 4 o 6 horas antes. Tomad un vaso, verted en su interior una decena de pistilos, cubridlos con un hilo de agua a temperatura ambiente y con una cucharita mezclad delicadamente. Dejad reposar durante el tiempo indicado. Si por el contrario habéis optado por el más económico polvo de azafrán, haced lo siguiente: tomad una tacita de café, verted en su interior unos 4 gramos de polvo, cubrid con un hilo de agua y mezclad. Dejad reposar durante al menos una hora.
Cuando estemos listos y el azafrán haya liberado su espléndido color gracias a la infusión, podremos proceder con la cocción del risotto. Sobre una tabla de madera, cortad finamente la media cebolla blanca con la ayuda de un cuchillo. Daditos pequeñitos para que se puedan derretir fácilmente en la cocción. Ahora tomad una olla y ponedla en la cocina, derretid en su interior la mitad de la dosis de mantequilla indicada en la lista de ingredientes. Añadid la cebolla y dejad que se haga durante unos minutos, luego añadid un poco de caldo para evitar que el sofrito se seque demasiado. La cebolla debe quedar suave y transparente. Este paso requerirá entre 10 y 15 minutos. No os preocupéis si añadís algún cucharón de más de caldo, siempre poco a poco, lo importante es que la cebolla esté cubierta por el líquido.
Es el momento de tostar el arroz carnaroli. Vertimos entonces en la olla la dosis de arroz para dos personas y lo tostamos durante unos 5 minutos, esto permitirá que los granos se sellen manteniendo de la mejor manera la cocción. Pasado este tiempo, es el momento de añadir la dosis de vino blanco a temperatura ambiente. También en este caso sin prisa, mezclad delicadamente con la cuchara de madera y dejad que se evapore. Desde este paso en adelante comienza la verdadera cocción del risotto. Calculad aproximadamente de 18 a un máximo de 20 minutos, leed el tiempo de cocción indicado en el paquete del arroz que habéis elegido. Procedemos así.
Caldo vegetal siempre en ebullición por favor. Otra recomendación: temperatura constante de la olla donde vamos a cocer el risotto. No estéis bajando o subiendo la llama, ajustad la cocina a una llama media baja y mantenedla durante toda la cocción del arroz. Añadimos una cuchara de caldo a la vez en la olla con el arroz que debe estar siempre cubierto por el caldo durante la cocción. Aproximadamente en el minuto 15 de cocción añadiremos el azafrán, ya sea que hayáis elegido los pistilos o la polvo, verted el agua en el arroz. Esto permitirá que el risotto tome el clásico color amarillo del azafrán. Proceded siempre con un cucharón de caldo a la vez y terminad la cocción durante los minutos restantes.
Ahora relax sin prisa. Apagad la llama, añadid la pizca de sal, rallad el queso e incorporad continuando a mezclar la dosis restante de mantequilla. Ejecutados estos pasos, cubrid la olla con su tapa y dejad reposar el risotto durante unos minutos. Como os decía, descorched una botella de vino o preparad los platos de servir. Pasado este pequeño pero fundamental periodo de tiempo, emplatad el risotto, colocad algunos pistilos de azafrán si queréis como colorida decoración y disfrutad de un buen risotto a la milanesa.
Yo os espero en la próxima receta y os deseo buen provecho!!!
Variaciones del Risotto al Azafrán:
Si os estáis preguntando qué añadir al risotto al azafrán diría que sois más golosos que yo! Puedo proponeros unos cubitos de panceta cocidos rigurosamente en otra sartén para hacerlos crujientes. O bien dos bonitas lonchas de panceta tostadas en sartén y colocadas como guarnición. Si os gustan los calabacines podéis añadirlos, o bien respetar la receta clásica del risotto a la milanesa que prevé como acompañante oficial el ossobuco.

