Cómo preparar una tarta fácil con forma de gato

• Para preparar esta tarta con forma de gato, como se dijo, no es necesario tener un molde con forma de gato: te bastará con hornear el bizcocho en un molde redondo de 22 cm de diámetro para simular el rostro, mientras que las orejas estarán constituidas por 2 galletas secas cuadradas (por ejemplo, oro saiwa). La cara propiamente dicha la dibujarás con chocolate fundido.

• Prepara entonces el bizcocho de chocolate — mejor el día anterior así tendrá tiempo de enfriarse completamente — siguiendo esta receta si quieres hacerlo sin gluten, de lo contrario usa la receta que prefieras. Prepara también el almíbar de cacao y déjalo templar.

• Cuando el bizcocho esté frío, córtalo por la mitad usando un cuchillo largo y dentado, como el del pan (1). Coloca cada mitad en un plato, con la parte cortada hacia arriba (2). Moja cada disco de bizcocho con el almíbar de cacao, usando una cuchara o el biberón apropiado (3).

  

• Prepara entonces el frosting de mascarpone usando esta receta (4). Toma aproximadamente un tercio y transfiérelo a otro cuenco, luego agrégale el cacao en polvo (5). Mezcla con cuidado para integrarlo al frosting, obteniendo así una mezcla lisa y homogénea (6).

  

• Pasa entonces a rellenar tu tarta con forma de gato: unta uno de los dos discos de bizcocho con la Nutella (7), tratando de formar una capa homogénea. Luego añade dos cucharadas generosas de frosting blanco y úntalo con cuidado sobre la capa de Nutella (8); finalmente, cubre la tarta con el otro disco de bizcocho, asegurándote de poner la parte mojada en contacto con la crema (9).

  

• Ahora la parte más divertida: ¡decorar tu tarta con forma de gato! Derrite el chocolate negro al baño maría o en el microondas. Ahora, si te sientes lo suficientemente seguro, puedes dibujar la cara directamente sobre la tarta. Dado que yo suelo hacer desastres, prefiero hacer este tipo de decoraciones que no admiten errores en el papel de horno, dejarlas solidificar en la nevera y luego colocarlas sobre la tarta.

• Para dibujar la cara del gato he utilizado un bolígrafo decorador de dulces, constituido por una especie de depósito en el que se coloca el chocolate fundido y una boquilla fina. Si no tienes una herramienta de este tipo, puedes usar una manga pastelera con boquilla muy fina o un trozo de papel de horno doblado en forma de cono.

• Dibuja con un rotulador los ojos, la nariz y los bigotes sobre un trozo de papel de horno (10). Dale la vuelta, de modo que la parte dibujada con el rotulador se vea solo en transparencia, y repasa el dibujo usando el chocolate fundido (11).

• Dado que las líneas, especialmente las de los bigotes, son bastante finas, te aconsejo repasarlas dos o tres veces, de modo que se forme una capa de chocolate bastante gruesa, de lo contrario, cuando lo vayas a retirar del papel de horno, corres el riesgo de que se rompa. Una vez terminado el dibujo (12), coloca el papel de horno a secar en el frigorífico.

  

• Recupera la tarta y comienza a cubrirla con el frosting blanco; vierte primero una cantidad generosa en la parte superior (13), extiéndela bien y luego pasa a cubrir también los bordes (14). Con una espátula intenta nivelar lo más posible el glaseado (15).

  

• Una vez cubierta la tarta con el frosting blanco, coloca el frosting de cacao preparado anteriormente en una manga pastelera con boquilla de estrella. A partir de una línea imaginaria poco por encima de la mitad de la tarta, forma copetes bastante grandes (16).

• Continúa de este modo hasta cubrir toda la mitad superior del dulce (17). Ahora las orejas: toma dos galletas cuadradas y, girándolas un poco para que formen una especie de rombo, decora dos lados, simulando el pabellón auricular del gato (18).

  

• Coloca las orejas en la parte superior de la tarta, insertando la parte no decorada de las galletas directamente en el glaseado y presionando bien para que se mantengan fijas (19). Con el frosting de cacao sobrante, forma pequeños copetes en la base de la tarta, siguiendo toda su circunferencia (20).

• Recupera del frigorífico las decoraciones hechas con chocolate, que ya se habrán endurecido. Despréndelas con cuidado del papel de horno ayudándote con una espátula y colócalas sobre la tarta, situándolas en la parte que quedó en blanco (21).

  

• ¡Tu tarta con forma de gato está lista! Puedes servirla de inmediato, pero, como todos los pasteles rellenos, si reposa algunas horas en el frigorífico — hasta un día entero — estará más rica. No te preocupes por las decoraciones: el frosting de mascarpone se mantiene perfectamente incluso varios días sin desmontarse y lo mismo ocurre con las decoraciones de chocolate.