Aquí tienes la receta clásica de la crema para cannoli sicilianos, la tradicional a base de ricotta de oveja y azúcar, enriquecida con gotas de chocolate y cáscaras de naranja confitadas. Perfecta para rellenar los cannoli crujientes como lo requiere la tradición siciliana.
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera, Todas las estaciones
Ingredientes
- 500 g ricotta de oveja
- 200 g azúcar glas
- 80 g gotas de chocolate negro
- 50 g fruta confitada
- cucharadas vainilla
Herramientas
- 1 Bol
Pasos
1. Escurre bien la ricotta
Pon la ricotta de oveja en un colador de malla fina sobre un bol y déjala reposar en la nevera durante al menos 4-6 horas (mejor toda la noche), para eliminar el suero en exceso. La crema será más firme y aterciopelada.
2. Tamiza la ricotta
Pasa la ricotta bien escurrida por un tamiz o bátela brevemente con una batidora de mano para obtener una consistencia lisa y cremosa.
3. Añade el azúcar
Añade el azúcar glas a la ricotta y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tu gusto.
4. Aromatiza la crema
Añade, si lo deseas, una pizca de canela y las semillas de vainilla (o extracto) para perfumar aún más la crema.
5. Añade chocolate y frutas confitadas
Incorpora las gotas de chocolate negro y las frutas confitadas cortadas en cubitos. Mezcla bien para distribuir uniformemente.
6. Deja reposar en la nevera
Cubre la crema con film transparente y déjala reposar en la nevera durante al menos 1 hora: se compactará y será más fácil rellenar los cannoli.
7. Rellena los cannoli
Rellénalos solo justo antes de servirlos, para mantener la corteza crujiente del caparazón. Ayúdate con una manga pastelera.
La ricotta de oveja es fundamental para la auténtica crema siciliana: más sabrosa y cremosa que la de vaca.
Si la crema está demasiado líquida, puedes añadir una cucharada de almidón de maíz o un poco de ricotta bien escurrida.
Para una variante moderna puedes usar pistacho triturado, granillo de avellanas o incluso chocolate fundido para glasear los extremos de los cannoli.

