Penne a la vodka, un plato de pasta a base de tomate y nata con un toque de vodka. Existen diferentes variantes en la receta que me transmitió mi madre, se prevé un diente de ajo y jamón crudo salteados junto con tabasco para un ligero toque picante que queda muy bien.

Cada vez que preparo este plato, mi mente viaja atrás en el tiempo, era uno de los platos que se preparaban más a menudo durante mi infancia. Siempre ha sido un primer plato apreciado por los niños por su color ligeramente rosado que lo hacía especial. Al ser una receta muy rápida de preparar, era el plato para los invitados imprevistos, porque a mi madre le encantaban las visitas de familiares y amigos. Cada vez invitaba a todos a quedarse a comer con nosotros y ¿qué preparar de repente que pudiera gustar a todos? un buen plato de penne a la vodka.

La salsita se prepara realmente en el tiempo que el agua llega a ebullición para cocer la pasta, así que mi consejo es tener siempre en casa un paquete de nata para cocinar, tabasco y vodka. Son ingredientes que se conservan durante mucho tiempo en la despensa y siempre te harán quedar bien. El ajo se utiliza en trozos grandes y debería retirarse después de saltearlo, pero a veces lo dejo ya que es fácilmente visible para ser apartado por quien no lo aprecie.

El jamón se puede cortar en dados o simplemente en tiras si tienes lonchas. La nata añadida al tomate está en proporciones muy reducidas, por lo que no resulta un plato particularmente pesado. Un toque de parmesano directamente en el plato es la conclusión perfecta para rematar una receta ya deliciosa, por lo que quien no lo aprecie puede omitirlo.

Para quienes aman los platos tradicionales, también recuerdo