El sándwich helado es una deliciosa y refrescante merienda que se prepara en casa sin utilizar la heladera. Para el relleno opté por nata montada con chispas de chocolate, pero también se puede usar helado de nata o, mejor aún, de stracciatella. Se deben hacer unas deliciosas galletas con chispas de chocolate, que luego se hornearán durante solo 5 minutos; después se podrá proceder con la composición. La verdadera joya de esta receta es la cobertura, porque la mitad del relleno estará envuelto por las galletas, mientras que la otra mitad se sumergirá en chocolate derretido con crocante de avellanas. ¡Este sándwich helado es ideal para cuando se tiene antojo de algo dulce y fresco, especialmente en verano!
Para otras recetas: Helado monoporción sin heladera – Recopilación de recetas fáciles
- Dificultad: Media
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Tiempo de cocción: 5 Minutos
- Porciones: 10Piezas
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 260 g Harina 00
- 125 g Mantequilla
- 100 g Azúcar glas
- 62 g Huevos
- 12 g yema de huevo
- 3 g Levadura en polvo
- 50 g Chispas de chocolate
- 1 cucharadita Extracto de vainilla
- 200 ml nata para montar
- c.s. Chispas de chocolate
- 400 g Chocolate negro
- c.s. Crocante de avellanas
Herramientas
- Bandeja
- Batidor
Preparación
Para la realización del sándwich helado, en un bol montar la nata e incorporar las chispas de chocolate. Verter la mezcla en una bandeja (35×24 cm) forrada con papel de horno y meter en el congelador.
En un bol, o en el robot de cocina, verter la mantequilla blanda cortada en trozos, luego añadir el azúcar glas y mezclar todo con las varillas, o con una cuchara de madera.
Añadir la harina y la levadura, seguir amasando y al final añadir las chispas de chocolate. Trabajar hasta obtener una masa consistente, también con ayuda de las manos.
A continuación, añadir los huevos enteros uno a la vez, esperando que el anterior esté bien incorporado, y añadir al final la yema. Incorporar el extracto de vainilla, seguir mezclando hasta la completa absorción de los ingredientes.
Formar una bola y dejarla reposar en el frigorífico durante al menos tres horas cubierta con film.
Retomar el bloque del frigorífico y extenderlo dentro de una bandeja (35x24cm) forrada con papel de horno. Pinchar la superficie de las galletas con un tenedor.
Hornear en el horno ya caliente a 250° durante 5 minutos. Una vez listo, sacar y colocar sobre una rejilla para enfriar.
Cortar la galleta en 20 rectángulos, sacar la nata del congelador y cortarla en 10 rectángulos, del mismo ancho que las galletas. Tomar dos galletas y en medio poner un rectángulo de nata, haciendo que las galletas cubran la mitad del rectángulo de nata. Colocar en una bandeja forrada de papel de horno y meter las galletas en el congelador durante un par de horas.
Derretir el chocolate negro al baño maría e incorporar el crocante de avellanas. Tomar las galletas del congelador y sumergir la parte de nata (sin galleta) en el chocolate fundido. Volver a colocar las galletas en la bandeja forrada de papel de horno y meter en el congelador durante una hora. Luego servir y disfrutar!
Notas: como no se han consumido todas las galletas, el día después de su realización las guardé en el congelador dentro de una bolsa de plástico, para poder sacarlas y disfrutarlas cuando fuera necesario.
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