Hoy me gustaría proponeros un sorbete de uva, delicioso y facilísimo, además de rápido de preparar. Se puede hacer con diferentes tipos de uva, blanca o negra, no contiene claras de huevo, ni gluten ni lactosa. El sorbete de uva es una receta que no necesita cocción ni es necesario tener una heladera; es versátil, es decir, puede servirse como postre al final de la comida o como intermedio entre un plato de carne y de pescado.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 400 g uva blanca o roja
- 200 ml agua
- 100 g azúcar
- 1 g sal fina
- Medio limón exprimido
- q.b. uvas para la decoración
Herramientas
- 1 Batidora
- 1 Colador
Pasos
Separamos las uvas del racimo, las ponemos en un bol y las lavamos bajo agua corriente.
Las escurrimos perfectamente y las trasladamos al vaso de la batidora junto con 100 mililitros de agua, la sal y el jugo de medio limón (realzará el sabor de la uva y ayudará a mantener el color).
Trituramos lo suficiente para reducir las uvas a una pulpa líquida.
Filtramos la mezcla obtenida, pasándola a través de un colador y presionando la pulpa con el dorso de una cuchara para extraer tanto jugo como sea posible.
Transferimos el jugo obtenido a un recipiente de vidrio o acero, añadimos el azúcar y mezclamos para que se disuelva.
Cubrimos el recipiente y lo guardamos en el congelador.
Retomamos el sorbete después de 3 horas, rompemos los cristales de hielo con un tenedor, mezclándolo varias veces.
Repetimos esta operación después de otras tres horas, luego dejamos madurar y saborizar el sorbete durante al menos otras 6 horas o, mejor aún, 12 horas. Cuanto más tiempo repose, más delicioso será.
Para servir el sorbete de uva: lo sacamos unos diez minutos antes de servirlo. Si es posible, licuamos el sorbete rápidamente para que quede más espumoso y cremoso, sin que se derrita, o utilizamos un tenedor para que quede suave y espumoso.
Hacemos las porciones en vasos o copas individuales y decoramos con las uvas más pequeñas, que, por lo general, no contienen semillas y por lo tanto no necesitan ser deshuesadas, cortándolas por la mitad.
Bon appetit

