Feos pero Buenos: La Receta Original de las Galletas de Merengue y Avellanas Perfectamente Crujientes
Hay una categoría de dulces que amo particularmente, y son aquellos que no necesitan de filtros ni de perfección de vitrina: los míticos Feos pero Buenos.
Este nombre extraño describe a la perfección una galleta rústica, de aspecto casual, pero con una crujientez y un aroma de avellanas tostadas que la hacen absolutamente irresistible. Es la demostración de que en repostería el sabor gana sobre la estética.
Esta galleta es mi obsesión desde hace años. Habrás leído decenas de recetas en línea, pero si estás aquí es porque sabes que los motores de búsqueda a menudo se limitan a replicar la versión base.
Yo, por el contrario, he dedicado innumerables pruebas en la cocina para revelar el verdadero secreto que transforma los Feos pero Buenos de simples claras montadas a verdaderas obras maestras de la repostería seca: la gestión del merengue.
La fuerza de este dulce radica en su esencialidad (¡solo cuatro ingredientes: avellanas, azúcar, claras y vainilla – y naturalmente sin gluten!), pero el truco para obtener esa consistencia perfecta – crujiente por fuera y agradablemente gomosa por dentro – es un paso casi desconocido.
Después de montar las claras a punto de nieve, es crucial la doble cocción en cacerola (sí, ¡justo al fuego!) y luego en horno con doble temperatura.
Este método, que he perfeccionado después de muchos intentos, asegura que el merengue se seque y «madure» en el fogón, bloqueando la humedad y garantizando que la galleta mantenga una forma compacta en cocción, evitando que se aplane o se rompa como a menudo ocurre.
Confía en mi método: te guiaré paso a paso para crear estas obras maestras, ¡garantizándote un resultado auténtico!
Cómo Hacer los Feos pero Buenos Perfectos (4 Pasos)
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 15 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 20/25 piezas
- Métodos de Cocción: Fogón, Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes FEOS PERO BUENOS
- 300 g avellanas tostadas
- 300 g azúcar glas
- 1 sobre vainillina
- 4 claras
Herramientas
- Báscula de cocina
- Batidora
- Cuenco
- Espátula
Procedimiento FEOS PERO BUENOS
Tritura las avellanas groseramente en una batidora. Es importante que queden trozos más grandes, no deben convertirse en harina. En un cuenco, comienza a montar las claras a punto de nieve con una batidora eléctrica. Cuando las claras empiecen a espumar, añade la vainillina y el azúcar glas una cucharada a la vez, continuando batiendo hasta obtener un merengue firme, brillante y estable.
Con una espátula, incorpora delicadamente las avellanas trituradas al merengue, mezclando con movimientos de abajo hacia arriba para no desmontar la mezcla. Transfiere la mezcla a una cacerola grande de fondo grueso. Cocina a fuego muy bajo removiendo continuamente durante 10-12 minutos. La mezcla deberá secarse, solidificar y tomar un color ligeramente marrón (la maduración).
Forra una bandeja con papel de horno. Con ayuda de dos cucharas, forma montoncitos irregulares (los «feos») y colócalos en la bandeja a una distancia de unos 3 cm entre sí.
Primera Cocción (Secado): Hornea en horno ventilado a 150 °C durante 15 minutos.
Segunda Cocción (Crujiente): Baja la temperatura a 130 °C y cambia al horno estático. Continúa la cocción durante otros 30 minutos.Sacar del horno y dejar enfriar completamente las galletas en la bandeja. Recién sacadas estarán aún ligeramente blandas, pero al enfriarse se volverán perfectamente crujientes. Despréndelas solo cuando estén totalmente frías.
Notas Ingredientes y Sustituciones
Avellanas Tostadas: Deben estar tostadas para resaltar el sabor. El triturado grueso es esencial; si las trituras demasiado finas, la mezcla en la cacerola se volverá demasiado líquida. Puedes usar avellanas del Piamonte para un sabor superior.
Azúcar Glas: Es indispensable en lugar del azúcar granulada, porque se disuelve más fácilmente en frío (durante el montado del merengue), haciendo que el merengue sea más estable y brillante.
Vainillina: Puedes sustituirla por las semillas de media vaina de vainilla para un aroma más intenso y natural.
Sustitución (Avellanas): Puedes sustituir las avellanas con almendras tostadas o pistachos manteniendo la misma cantidad (300 g) para crear variantes igualmente deliciosas.
Conservación
Los Feos pero Buenos son un ejemplo de repostería seca y se conservan perfectamente a largo plazo.
Conservación: Guárdalos en una caja de lata hermética a temperatura ambiente. Se mantendrán frescos y crujientes durante 2-3 semanas.
Importante: Asegúrate siempre de que estén completamente fríos antes de guardarlos, para evitar que la humedad los ablande.
Alternativas y Variantes de la Receta
Feos pero Buenos al Chocolate: Añade 30 g de cacao amargo en polvo a la mezcla antes de incorporar las avellanas, reduciendo el azúcar glas a 270 g.
Feos pero Buenos al Limón: Omite la vainillina y añade la ralladura de un limón biológico al merengue antes de las avellanas. La acidez equilibrará el dulce.
Con Fruta Seca Mixta: Sustituye 100 g de avellanas con 50 g de nueces y 50 g de almendras (siempre tostadas y trituradas groseramente) para una mezcla de sabores.
Uso y Combos Perfectos
Los Feos pero Buenos están hechos para el ritual del postre o la merienda.
Perfectos con el Café: Son la galleta ideal para acompañar el espresso o un café americano.
Maridaje Licor: Acompáñalos con un chupito de Vin Santo o un vino dulce. El sabor tostado de la avellana se casa magníficamente con el dulce licoroso.
Como Decoración: Úsalos desmenuzados como topping crujiente sobre mousses, helados o una panna cotta.
Orígenes: La Historia de las Galletas «Equivocadas»
Los Feos pero Buenos (también conocidos como Bruttiboni en algunas zonas) son una excelencia de la repostería seca italiana, cuyas orígenes se disputan entre la Lombardía y el Piamonte. Su nacimiento se atribuye a menudo a Galtellì (en la provincia de Novara), pero también a la zona de Prato (Toscana) con el nombre de Mandorlati o Amaretti. La leyenda cuenta que nacieron de un error o de un intento de utilizar las claras sobrantes de las preparaciones dulces. El éxito fue inmediato precisamente por su sencillez y el bajo costo de los ingredientes, convirtiéndolos en un dulce «pobre» pero increíblemente sabroso, amado desde el siglo XIX.
El Secreto de la Doble Cocción (Técnica Perfecta)
La cocción en dos fases y a dos temperaturas diferentes es el verdadero secreto de su textura única. La cocción inicial en cacerola a fuego muy bajo sirve para desnaturalizar las proteínas de las claras, haciendo la mezcla más sólida y menos propensa a expandirse demasiado en el horno. La segunda cocción, larga y a baja temperatura (130 °C en estático), no sirve para «cocinar» las galletas, sino para «secarlas» lentamente. Este proceso lento elimina toda la humedad residual, garantizando el célebre crujido que dura semanas.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
1. Mis Feos pero Buenos quedaron blandos, ¿qué he hecho mal?
Respuesta: La causa más común es la cocción insuficiente en cacerola o en el horno. Si la mezcla no se ha secado lo suficiente en cacerola (donde debía solidificar), queda demasiada humedad. O bien, la cocción en horno no ha durado lo suficiente. Vuelve a poner las galletas en horno estático a 120°C durante otros 10-15 minutos, déjalas enfriar completamente y deberían volverse crujientes.
2. ¿Puedo usar el horno ventilado para toda la cocción?
Respuesta: No se recomienda. El horno ventilado a 150°C (como en la primera fase) ayuda a secar la superficie. Pero para el secado final, el horno estático a baja temperatura (130°C) es fundamental. El ventilado, en esta fase, corre el riesgo de quemar el exterior antes de que el interior esté perfectamente seco.
3. Si no tengo azúcar glas, ¿puedo usar azúcar granulada?
Respuesta: No, es mejor que no. El azúcar glas es esencial porque se disuelve fácilmente en las claras de huevo en frío, creando un merengue estable y brillante. El azúcar granulada no se disolvería completamente, dejando las galletas granulosas y menos estables.

