Leche de gallina con miel y canela es una bebida energizante y vigorizante ideal durante los meses de invierno, fácil y sabrosa, una especie de zabaione diría yo…
Es alcohólica debido a la presencia de ron u otro, pero si queréis prepararla para los más pequeños, eliminad el licor y añadid una pizca de cacao.
La leche de gallina es también una flor con pétalos amarillentos
(Foto de Meneerke bloem tomada del sitio Wikipedia)
que seguramente recordaréis haber visto en los campos.
Esta locución (leche de gallina) bastante rara se usa para indicar la condición de poseer algo extremadamente raro, algo inencontrable absolutamente original.
Esta expresión (pero también leche de pavo real) se encuentra en los escritos de Aristófanes en sus comedias, precisamente para indicar un objeto, un bien precioso único y de naturaleza rara y excepcional.
Me encantan las bebidas y licores caseros y ya os sugiero publicados en mi blog La cocina de Asi esta colección de digestivos:
10 RECETAS DE LICORES CASEROS
LECHE DE GALLINA CON MIEL Y CANELA
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 1
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
Ingredientes RECETA LECHE DE GALLINA CON MIEL Y CANELA
- 1 yema (pasteurizada aproximadamente 16 gramos)
- 2 cucharadas miel (para mí Millefiori)
- 200 ml leche (para mí entera de alta calidad Granarolo)
- 2 pizcas canela en polvo
- 50 ml ron o anís o sambuca
PARA LA PREPARACIÓN DE LA RECETA LECHE DE GALLINA CON MIEL Y CANELA
Ponemos la leche de alta calidad en un cazo llegando al punto de ebullición.
Mientras tanto, batimos con las varillas las yemas con la miel hasta obtener una mezcla clara y ligeramente aireada y espumosa.
Al mismo tiempo he vertido en un cazo la leche con la vainilla y a fuego moderado la llevo al límite de ebullición.
Dejo enfriar y luego vierto el líquido sobre el huevo mezclando vigorosamente. Añadid el licor que prefiráis entre ron, anís o sambuca y estamos listos para la degustación!
¡Buen provecho!
Annalisa
LAS CONSERVAS EN 10 CONSEJOS
1) Utilizar solo hortalizas en perfectas condiciones, mejor si no están demasiado maduras.
2) Lavar y limpiar muy bien. Las verduras, en espera de ser trabajadas, pueden dejarse en agua acidulada con limón o vinagre.
3) Lavar y esterilizar previamente los tarros antes de llenarlos.
4) Escaldar siempre el producto en baño ácido, excepto en los platos preparados que prevén la cocción de los ingredientes.
5) Someter a esterilización las conservas, cualquiera que sea el líquido de llenado (aceite, vinagre, líquido de cocción o salmueras).
6) Inmediatamente después del enfriamiento, comprobar la integridad del cierre. Las tapas de cápsula deben presentarse ligeramente cóncavas por la formación de vacío dentro del tarro.
7) Guardar las conservas en un ambiente fresco y protegido de la luz.
8) Consumir los productos pronto, en promedio después de un par de meses, para que cualquier alteración tenga tiempo de manifestarse.
9) Evitar el consumo si la tapa aparece abombada por la presencia de gases internos, o si se notan manchas y coloraciones anómalas.
10) Consumir la conserva abierta en tiempos rápidos, manteniéndola en el frigorífico. Deben consumirse en pocos días (2-3 máximo) los platos preparados conservados en su líquido de cocción: duran más las conservas en aceite y en vinagre, rellenando el líquido. En ningún caso reintroducir en los tarros las conservas servidas y no consumidas.
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