Tarta con mousse de avellana y panna cotta montada

in

Hola amigos, hoy os propongo esta deliciosa tarta con mousse de avellana y panna cotta montada para disfrutar en cualquier ocasión. Una simple tarta moderna que volverá loco a todos, especialmente a los amantes de la avellana. Hace poco descubrí la panna cotta montada que es realmente una crema delicadísima para decorar o rellenar cualquier tarta, así que decidí usarla para decorar esta tarta. A continuación, encontraréis la receta..

  • Dificultad: Media
  • Costo: Económico
  • Cocina: Italiana

Ingredientes para la tarta con mousse de avellana y panna cotta montada

  • 150 g mantequilla
  • 100 g azúcar glas
  • 45 g huevo entero (aprox. 1 huevo talla S)
  • 25 g cacao amargo en polvo
  • 225 g harina 00
  • 1 cucharadita esencia de vainilla
  • sal fina
  • 190 ml nata fresca líquida
  • 25 ml leche entera
  • 45 g azúcar granulada
  • 1 hoja gelatina (paneangeli)
  • 40 g yemas (aprox. 2)
  • 25 g pasta de avellanas
  • 250 ml nata fresca líquida
  • 40 g azúcar granulada
  • 5 g gelatina (paneangeli)
  • 1 cucharadita esencia de vainilla

Herramientas

  • 1 Gancho de hoja
  • 1 Batidora planetaria
  • 1 Rodillo
  • 1 Tamiz
  • 1 Molde para tartas
  • 1 Colador
  • 3 Tazones
  • 1 Cazo
  • 1 Batidor de mano
  • 1 Manga pastelera

Pasos para la tarta con mousse de avellana y panna cotta montada

  • Para realizar esta maravillosa tarta, primero hay que preparar con antelación la masa quebrada de cacao. Lo primero es sacar la mantequilla de la nevera y hacerla plástica, es decir, llevarla a una temperatura de 15 grados, en resumen, debe estar suave. En el bol de la batidora planetaria y utilizando un gancho de hoja, trabajar la mantequilla con la esencia de vainilla y el azúcar glas, obteniendo así una crema homogénea. Verter el huevo previamente batido con un tenedor y finalmente añadir la harina 00, la sal y el cacao amargo en polvo y seguir amasando hasta obtener una masa homogénea. Obviamente, quien no tenga la batidora planetaria puede hacer esta simple masa quebrada a mano en un tazón. Verter la masa obtenida sobre una hoja de papel de horno y utilizando otra hoja de papel de horno junto con el rodillo, extender una lámina de 3 mm de espesor. Poner en la nevera a endurecer durante 2 horas. Engrasar y enharinar un molde para tartas de 22 cm o, si usáis el famoso molde de anillo para tartas perforado, no será necesario engrasarlo. Yo usé este último. Sacar la masa de la nevera y obtener la base utilizando la circunferencia del anillo y dejar la masa quebrada dentro. Con la masa quebrada restante, obtener las tiras que cubrirán los bordes del anillo. Ten mucho cuidado, cuando cubras el anillo la masa debe estar fría, si se calienta bastará con volver a ponerla en la nevera por unos minutos. Con los dedos, hacer que las tiras de masa quebrada se adhieran bien a los bordes de la base, luego cortar el exceso con un cuchillo. Una vez listo, poner a reposar en el congelador durante dos horas. Si usáis un molde común para tartas, bastará simplemente con forrarlo como es tradición. Cocer luego en horno estático caliente a 170° por 25 minutos. Apagar, sacar y dejar enfriar.

  • En un bol pequeño, poner a remojar la gelatina con un poco de agua. En un cazo, poner a hervir la nata con la leche. En un bol, batir con un batidor de mano las yemas con el azúcar sin montarlas excesivamente. Tomar la nata y verterla en la mezcla de huevos y mezclar. Luego, verter todo en el cazo y seguir cocinando revolviendo con una cuchara hasta alcanzar y no superar los 84°, si no tenéis termómetro podéis entender que la crema inglesa está lista si la cuchara se recubre. Escurrir la gelatina y añadirla a la crema inglesa. Añadir finalmente la pasta de avellanas a la mezcla y mezclar con cuidado. Luego colar con la ayuda de un colador, colocar la película plástica en contacto y dejar enfriar durante 45 minutos a temperatura ambiente, mezclando de vez en cuando.

  • En un cazo, verter la nata fresca, el azúcar granulada y la esencia de vainilla. Poner en un tazón pequeño a remojar la gelatina en agua fría. Hervir la nata, apagar el fuego y verter la gelatina escurrida y mezclar rápidamente con un batidor. Colar con un colador y dejar enfriar en un bol cubierto con película plástica en contacto primero a temperatura ambiente durante 40 minutos y luego en la nevera durante toda la noche. Cuando vayamos a usarla, bastará con montarla con unas varillas eléctricas durante unos minutos. O podéis usar una batidora planetaria. No tengáis miedo si al principio parece que se volverá suave, continuad montando. Obtendréis una crema muy firme, brillante y deliciosa.

  • Con todas las preparaciones listas, finalmente podemos montar la tarta. Desmoldar la tarta y colocarla en un plato para servir. Verter dentro del caparazón la mousse de avellana y poner en la nevera a endurecer durante aproximadamente una hora.

  • Mientras tanto, después de haber montado la panna cotta, colocarla en una manga pastelera equipada con boquilla Saint Honoré, tomar la tarta y decorar la superficie con la panna cotta montada y decorar la superficie con granillo de avellanas. Y aquí está lista para servir. Espero que os guste mi última receta, hasta la próxima amigos.

CONSERVACIÓN, CONSEJOS Y NOTAS

La tarta se conserva en la nevera por un máximo de dos días. La masa quebrada se puede preparar con antelación y, por lo tanto, también el día anterior. La panna cotta también se puede preparar el día anterior y luego montarla en el momento del montaje.

Si queréis visitar mi página de Facebook https://www.facebook.com/pasticceraPerPassione

Si queréis volver a la página principal https://blog.giallozafferano.it/rosly/

Author image

rosly

Cocinar con amor es mi lema. Si pones en la cocina mucha pasión, amor y ese toque de fantasía, las recetas tendrán un sabor completamente diferente.

Read the Blog