Una receta que combina sencillez, ligereza y sabor: las albóndigas de calabacín y ricotta. Son perfectas para un entrante sabroso, un segundo plato ligero o incluso como finger food para un aperitivo entre amigos. La suavidad de la ricotta se une a la frescura del calabacín, creando una combinación de sabores delicados e irresistibles.
Las albóndigas de calabacín y ricotta son fáciles y rápidas de preparar, ideales también para quienes tienen poco tiempo pero no quieren renunciar a un plato sano y genuino. La receta es muy versátil: podéis personalizarla con la adición de hierbas aromáticas, especias o incluso un corazón fundente de queso para hacerlas aún más deliciosas. Además, estas albóndigas son perfectas tanto fritas como al horno, para una opción aún más ligera. Y sí, también son aptas para la cocción en freidora de aire.
¡Las albóndigas de calabacín y ricotta conquistarán a todos al primer bocado!
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 12Piezas
- Métodos de Cocción: Fritura, Fritura al aire, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 400 g calabacines
- 200 g ricotta
- 1 huevo
- 2 cucharadas Grana Padano rallado
- 50 g pan rallado
- sal
- pimienta
- c.s. pan rallado (fino)
- c.s. aceite de semillas
Herramientas
- Rallador
- Sartén
- Bandeja
- Papel de horno
- Freidora de aire
- Papeles para freidora de aire
Pasos
Para preparar estas deliciosas albóndigas de calabacín y ricotta, comience lavando los calabacines y limpiándolos eliminando los dos extremos. Luego, ralle los calabacines con un rallador manual o eléctrico por la parte con agujeros redondos más grandes. Sazone los calabacines rallados con una pizca de sal y transfiéralos a un colador para que empiecen a perder un poco de agua. Déjelos allí un par de minutos, mientras en un bol puede poner el pan rallado, el huevo, el queso, una pizca de pimienta molida y la ricotta.
Ahora exprima los calabacines con las manos para eliminar la mayor cantidad de agua posible, luego viértalos en el bol junto con los demás ingredientes. Mezcle todo con un tenedor integrándolo bien, hasta obtener una mezcla homogénea. Si es necesario, sazone nuevamente con algunos granos de sal.
Prepárese un plato con pan rallado. Ahora tome una cucharada de la mezcla y forme albóndigas ligeramente aplastadas con las manos. Luego páselas por el pan rallado y déjelas a un lado.
Elija ahora el método de cocción que prefiera.
En sartén: Caliente en una sartén aproximadamente 4 cucharadas de aceite de semillas, luego fría las albóndigas a fuego medio-alto durante unos 8 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
En horno: Cubra una bandeja con papel de horno y disponga las albóndigas sobre la superficie. Sazone con un hilo de aceite y hornee a 200° durante unos 25 minutos.
En freidora de aire: Coloque en el fondo de la cesta un papel de horno adecuado para la freidora de aire, disponga las albóndigas en el fondo y agregue unas gotas de aceite, luego cocine a 180° durante unos 15/20 minutos.

