Preparación del rollo de fresas y nata

• Para la preparación del rollo de fresas y nata, comienza con la base. Separa las yemas de las claras. Monta las claras a punto de nieve y déjalas a un lado.
  En otro bol, mezcla las yemas con el azúcar y bátelas con la batidora eléctrica hasta obtener una mezcla clara y espumosa. Añade la miel y la vainillina, y continúa batiendo unos segundos más.
  Incorpora ahora las claras montadas a la mezcla de yemas y azúcar. Mezcla delicadamente con una espátula, de abajo hacia arriba, para no desmontar la mezcla.
  Tamiza la harina poco a poco directamente en la masa y mezcla bien, evitando que se formen grumos.
  Forra una bandeja de horno de aproximadamente 45 × 35 cm con papel para horno. Vierte la masa y nivela con una espátula hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 1 cm.
  Hornea en horno estático precalentado a 220°C durante 5-6 minutos. No abras el horno durante la cocción: la superficie debe quedar apenas dorada.
  Una vez cocida, saca la base inmediatamente del horno y retírala de la bandeja para detener la cocción. Colócala con todo el papel para horno sobre una superficie de trabajo y espolvorea inmediatamente la superficie con azúcar granulado: evitará que se pegue. Cúbrela inmediatamente con film transparente, sellando bien también los bordes.
  Deja enfriar completamente. De este modo, la pasta biscuit permanecerá húmeda, suave y elástica. Una vez fría, retira el film y procede con el relleno.

• Para el relleno, vierte en un bol grande la nata bien fría, que habrás guardado en el frigorífico durante al menos 12 horas. Si ya está azucarada, móntala directamente con las varillas eléctricas. Si usas nata sin azúcar, añade unos 25 g de azúcar glas antes de montarla.
  Recupera la pasta biscuit ya fría y extiéndela sobre una superficie. Distribuye la nata montada de manera uniforme, dejando 1-2 cm de margen en los bordes: de este modo evitarás que se salga al enrollar.
  Lava, seca y corta las fresas en cubitos pequeños, luego distribúyelas delicadamente sobre la nata.
  NB: guarda algunas para la decoración final.
  Enrolla con cuidado la pasta biscuit, ayudándote con el papel para horno o con las manos, y envuelve el rollo con film transparente para mantener la forma.
  Deja reposar en el frigorífico durante al menos 2 horas.
  Pasado el tiempo de reposo, sácalo del frigorífico, retira el film y transfiérelo a una bandeja para servir. Espolvorea con azúcar glas y decora con las fresas reservadas.
  ¡Y aquí está listo tu rollo de fresas y nata: fresco, delicioso y perfecto para cualquier ocasión!