La Frandura es un plato típico de la tradición culinaria de Montalto Ligure, un pequeño pueblo del interior de Liguria. Se trata de un plato rústico, simple y auténtico, que refleja la esencia de la cocina pobre ligur, donde el ingenio y la creatividad permitían transformar pocos y simples ingredientes en un plato sabroso y nutritivo.

La Frandura se sitúa entre la tarta salada y la focaccia, pero tiene una personalidad propia.
Famosísima en el interior y en toda Liguria, de hecho, en agosto es famosa la fiesta que lleva su nombre. Muchas personas participan en este evento cada año y todo el pueblo se esfuerza para que todo sea perfecto. Y yo, siendo de Sanremo, nunca falto al evento. Para mí siempre es un placer y una alegría participar.
La base de la Frandura está compuesta principalmente por patatas, que representan el corazón de la preparación. Las patatas utilizadas suelen ser de variedad harinosa, seleccionadas por su capacidad para ablandarse durante la cocción y absorber los sabores de los otros ingredientes.
Cortadas en rodajas muy finas, casi transparentes, forman una capa compacta pero delicada, que luego se cubre con una masa ligera a base de harina de trigo blando, agua y sal. Esta masa, fluida y delgada, envuelve las patatas creando una ligera costra durante la cocción, mientras que por dentro sigue siendo suave y cremosa.
Un papel fundamental lo juega el aceite de oliva virgen extra, ingrediente imprescindible de la cocina ligur, que confiere a la Frandura su inconfundible fragancia y la hace dorada y crujiente en la superficie.

Puede disfrutarse tanto caliente, recién horneada, como a temperatura ambiente, tal vez acompañada de un vaso de vino blanco local o de una ensalada fresca.

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