Ocuparos de la limpieza de los mejillones: retirad los que estén rotos o abiertos, lavadlos bajo agua corriente y eliminad la barba tirándola hacia fuera.

En una cacerola grande añadid el ajo cortado por la mitad y sin el germen, el ramito de perejil, un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y los mejillones. Tapad la cacerola y cocinad a fuego alto. Cuando todos los mejillones se hayan abierto, apagad el fuego y dejad enfriar.

Mientras tanto, preparad el relleno para los mejillones gratinados: en un bol poned la miga de pan, el perejil picado, la cáscara rallada de limón, un generoso chorro de aceite y un poco del líquido de cocción de los mejillones. Mezclad bien para amalgamar los ingredientes. Debéis obtener un relleno húmedo.

Forrad con papel de horno una bandeja, rellenad las conchas que contienen los mejillones con el relleno y disponedlas en su interior. Distribuid un fino chorro de aceite sobre los mejillones y hornead en horno precalentado a 220° por 10 minutos. Luego, pasad a la modalidad de grill y continuad la cocción por otros 5 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.

Aquí tenéis listos, para servir bien calientes, unos deliciosos mejillones gratinados.