El rebozado para frituras hecho con harina de garbanzo es una preparación sin gluten y sin huevos adecuada para todos. Es muy rápida, fácil y sabrosa y está lista para usar de inmediato, porque no necesita reposo. Podemos utilizarla para crear deliciosos fritos (anchoas, calamares, verduras, etc.) para servir como aperitivos, en bufés, para una noche entre amigos, etc. El rebozado se prepara en pocos minutos y no es necesario usar agua con gas.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 1 Minuto
- Porciones: 150 gr. aproximadamente
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 100 g Harina de garbanzo
- 125 ml Agua (helada)
Preparación
En un bol tamizamos la harina de garbanzo y añadimos lentamente el agua hasta obtener una consistencia muy fluida, casi líquida.
Para obtener fritos crujientes, el rebozado debe ser bastante fluido, no espeso, pues debe deslizarse fácilmente.
Si deseamos fritos con una consistencia más suave, necesitaremos 110 ml de agua para obtener un rebozado más denso.
Para freír: en un cazo antiadherente ponemos aceite suficiente y esperamos que llegue a la temperatura; mientras tanto, pasamos el alimento a freír (asegúrate de que esté bien seco) por nuestro rebozado, esperamos que el exceso de rebozado escurra y freímos el tiempo suficiente para que se forme una deliciosa costra.
Para obtener fritos perfectos utilizamos un aceite de semillas que resista altas temperaturas (como el de cacahuete) y nos aseguramos de que alcance la temperatura ideal antes de empezar a usarlo; además, freímos pocos trozos a la vez, esperando siempre unos segundos antes de añadir el siguiente trozo para evitar que la temperatura del aceite baje demasiado.
Sazonamos y servimos de inmediato nuestros fritos. Las flores de calabacín y las hojas de salvia (en la foto) se pasaron rápidamente por el rebozado y luego en el aceite hirviendo por unos segundos.
Un par de trucos simples y fáciles para verificar que el aceite esté a temperatura:
1) Añadimos una miga de pan al aceite hirviendo y si comienza a freír de inmediato entonces el aceite ha alcanzado la temperatura adecuada.
2) Sumergimos en el aceite hirviendo el mango de madera de una cuchara o un palillo largo; si se forman burbujitas alrededor, entonces el aceite está listo para usar.
