Hoy hablamos de la harina integral de trigo blando, de su maravilloso aroma y sabor. A mí me encanta hacer pan, panecillos, freselle o pizzas con esta maravillosa harina. Los panecillos tiernos integrales tienen un procedimiento muy sencillo y lineal y los tiempos de fermentación dependen del tipo de levadura que se use y, obviamente, también de la temperatura ambiente. Basta tener un poco de paciencia y los resultados llegan. Estos deliciosos panecillos integrales pueden acompañar recetas tanto dulces como saladas. Podemos preparar unos bocadillos para llevar al trabajo, a la escuela; o bien para un buffet o un picnic. Su ternura se conserva también al día siguiente, por lo que podemos hacerlos con antelación.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 8 panecillos
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 400 g Harina integral
- 100 g Sémola de trigo duro recocida
- 3 g Levadura fresca de cerveza
- 12 g Sal fina
- 300 ml Agua
Preparación
Desmenuzamos la levadura de cerveza y la añadimos a las harinas tamizadas en un bol grande. Vertemos la mitad del agua y comenzamos a mezclar groseramente para que la levadura se absorba. Añadimos la sal fina y el resto del agua, poco a poco (porque no todas las harinas absorben los líquidos de la misma manera). Amasamos los ingredientes hasta obtener una masa lisa, suave y que toda la harina se haya absorbido; la masa está lista cuando ya no se pega a las manos (5/6 minutos). Es una masa tan fácil de trabajar, que prefiero hacerla a mano, directamente en el bol, evitando así añadir más harina mientras la trabajo.
Transferimos la masa a un recipiente, sellado con film transparente y dejamos que fermente.
Cuando la masa haya aumentado su volumen, la volcamos suavemente sobre una mesa y le damos forma de cilindro del cual separaremos bolitas de aproximadamente 100 gramos.
Trabajamos cada bolita, presionándola ligeramente, y la enrollamos sobre sí misma (como en la foto 1). Obtendremos un pequeño cilindro (foto 2) que colocaremos en vertical (foto 3) y enrollaremos de nuevo sobre sí mismo. Este paso dará mayor estructura y una mejor alveolación a nuestros panecillos.
Damos una forma lo más redonda posible y colocamos cada bolita sobre una bandeja con papel de horno. Finalmente, hacemos un corte en cruz en la superficie y dejamos que los panecillos fermenten, bien cubiertos.
Cuando los panecillos hayan fermentado, encendemos el horno a 200*.
Los horneamos en el horno ya caliente a media altura, durante unos 25 minutos. Cuando estén cocidos, los sacamos inmediatamente del horno para evitar que se sequen demasiado. Están listos para comer. Podemos conservarlos en el congelador, en bolsas adecuadas, cuando estén completamente fríos para tenerlos siempre disponibles.
Los tiempos de cocción se refieren a mi horno estático, a gas, con cocción solo desde abajo.

