Cáscaras de naranja confitadas fáciles y rápidas. Receta básica

Las cáscaras de naranja confitadas, que me gustaría proponeros, son naturales, realmente muy fáciles, bastante rápidas de preparar y listas para usar. Son utilísimas para decorar y acompañar el café, postres, helados, sorbetes, tartas. Pueden comerse así al natural, bañadas en chocolate, usarse en panettones, en las colombas, en la pastiera napolitana, sobre los struffoli, en lugar de los confitados industriales y en todos esos postres a los que queremos dar un toque extra. Además, pueden convertirse en simpáticas ideas para regalar. Solo necesitamos cáscaras, zumo de naranja, azúcar, una olla y una bandeja forrada con papel de horno.

 

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 300 gramos aproximadamente
  • Métodos de Cocción: Cocina
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Otoño, Invierno

Ingredientes

  • 500 g Cáscara de naranja
  • 250 g Azúcar
  • 250 ml Zumo de naranja
  • c.s. Azúcar (para decorar)
  • c.s. Chocolate negro

Preparación

  • Lavamos y cepillamos muy bien las naranjas. Las cortamos y exprimimos el zumo que pondremos en una olla.

    Marcamos la piel de las naranjas con un cuchillo pequeño y recortamos gajos (incluida la parte blanca).

    Los ponemos en la olla junto con el azúcar y el zumo.

    Mezclamos con una cuchara de madera y dejamos macerar durante aproximadamente una hora (esta operación es opcional y sirve para que las cáscaras liberen sus aceites esenciales).

    Tras este tiempo, cocinamos las cáscaras a fuego medio-bajo con la tapa, removiendo con frecuencia y suavidad.

    Después de aproximadamente media hora, quitamos la tapa y continuamos la cocción durante otros 20/25 minutos. De hecho, se necesitan unos 50 minutos para confitar perfectamente las cáscaras; la parte blanca de las cáscaras debe volverse casi transparente.

    Escurrimos el posible zumo restante (que durante la cocción se habrá convertido en jarabe) y colocamos las cáscaras en una rejilla (si no la tenemos, podemos usar una bandeja forrada con papel de horno) con la parte blanca hacia arriba y las dejamos secar durante unas horas. Están listas para usar.

    Una vez frías, si lo deseamos, podemos pasar las cáscaras por azúcar granulada. Hay que tener en cuenta que las cáscaras tienden a absorber el azúcar en la superficie; si se van a usar para hacer decoraciones, recordemos dejarlas secar un día entero y volver a pasarlas por el azúcar antes de componer las decoraciones. Yo las uso para realizar bombones, la mítica pastiera napolitana, sobre los struffoli napolitanos y mucho más.

    Para bañar con chocolate. Dejamos enfriar y secar las cáscaras durante un día entero en una rejilla. Luego derretimos chocolate al baño maría o en el microondas y cubrimos las cáscaras.

    Colocamos las cáscaras bañadas en una bandeja con papel de horno y esperamos que el chocolate se endurezca antes de comerlas o utilizarlas.

    La idea extra. No tiramos el jarabe, porque podemos utilizarlo en helados, pudines, en el flan de caramelo; o para dar brillo a los postres, etc.

    Tanto el jarabe como las cáscaras confitadas deben conservarse en un frasco de vidrio en la nevera y se conservan durante una semana como máximo.

Notas

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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