Preparación

• Verted en el bol de la amasadora las harinas, la levadura, la malta y la cúrcuma y, con la pala, mezclad bien. Ahora colocad el gancho para amasar, ponedlo a velocidad 2 y verted poco a poco el agua (que en verano debe estar casi fría para evitar que la levadura se active de inmediato). Una vez incorporada toda el agua, haced una pausa de unos 20/30 minutos. Luego, volved a poner la amasadora a baja velocidad y, cuando la masa comience a despegarse de las paredes del bol, añadid la sal poco a poco. En este punto agregad el aceite, también poco a poco, de modo que se vaya absorbiendo. Continuad amasando hasta que la masa esté bien ligada, teniendo cuidado de no sobrecalentarla. Una vez obtenida una bola lisa y homogénea, dejadla reposar cubierta con un paño durante unos 15 minutos, luego realizad tres rondas de pliegues de pan a intervalos de 10 minutos. Terminados los pliegues, dejad reposar otros 10 minutos, formad una bola, volved a colocar la masa en el bol ligeramente engrasado, sellad con film transparente y dejad fermentar hasta que doble en el horno con la luz encendida y un bol de agua caliente. ¡Revisadlo a menudo, porque con las altas temperaturas de este periodo necesitará poco tiempo!

• En este punto, volcad la masa sobre una mesa de trabajo de acero, cortad la masa en trozos de unos 70 g y formad bolitas. Dejad fermentar en la bandeja forrada con papel de horno bien espaciadas hasta que doblen, igual que en el paso anterior. Ahora vuestros bollos están listos. Pincelad la superficie con leche y espolvoread con la mezcla de semillitas. Cocinad en horno estático precalentado a 200° durante unos 15 minutos.