La Navidad es la temporada de la convivialidad, de los brindis y de las bebidas calientes que saben a fiesta. Entre las recetas que más evocan este espíritu está el ponche de Navidad, una preparación que tiene raíces antiguas y que aún hoy logra llevar a la mesa calidez, color y compartir. Para mi ponche de Navidad he elegido utilizar el zumo de uva roja presente entre los regalos solidarios de Porta Aperta, el mismo proyecto del que ya os he hablado en el artículo dedicado al risotto con gambas y polvo de frambuesa. Un ingrediente simple pero valioso, que enriquece la receta de significado y sabor, transformando un gesto cotidiano en un acto de solidaridad.
El ponche es una bebida que puede ser alcohólica o sin alcohol y que tradicionalmente se prepara con cinco ingredientes base: alcohol (a menudo ron), azúcar, cítricos como limón o lima, agua y especias o té. No en vano el nombre proviene probablemente de la palabra sánscrita panch, que significa “cinco”. Considerado el “padre de todos los cócteles”, el ponche nació gracias a los marineros ingleses en el siglo XVII, que lo llevaron a su tierra desde las Indias Orientales. Su origen es fascinante: durante los viajes, los marineros intercambiaban cerveza con licores locales y, con lo que tenían a bordo – ron o arrack, azúcar, zumo de limón para prevenir el escorbuto, agua y especias – crearon una bebida que pronto conquistó los puertos ingleses y desde allí se difundió por toda Europa y los Estados Unidos.
Tradicionalmente servido en un gran bol para compartir, el ponche de Navidad se ha convertido en símbolo de convivialidad. Puede prepararse caliente o frío, en versión alcohólica o sin alcohol, y hoy en día se sirve a menudo también en vasos individuales. Su fuerza reside precisamente en la capacidad de adaptarse a los gustos y ocasiones, manteniendo intacto su valor social: es una bebida que invita a compartir, que reúne a las personas alrededor de una mesa para brindar juntos.
El ponche de Navidad que os propongo es por tanto no solo una receta, sino una invitación a celebrar la fiesta con una copa que une tradición, sabor y solidaridad. Gracias al zumo de uva roja de Porta Aperta, cada sorbo se convierte en un gesto que calienta el corazón y apoya a quienes más lo necesitan.

Aquí tenéis algunas recetas para alegrar las Fiestas.