Los huevos a la monachina son un plato delicioso y rico, que se puede servir tanto como entrante como segundo plato. Se trata de una receta de Campania, cuyas raíces provienen de la cocina francesa. En la receta original se incluye la bechamel, pero en mi familia, sin embargo, esta suculenta preparación siempre se ha realizado con ricotta; así que hoy os hablaré de los huevos a la monachina a nuestra manera, sin bechamel. Pueden servirse calientes o fríos, son riquísimos y también muy fáciles. En caso de que os sobre crema de yemas, echad un vistazo aquí, para usarla de una forma fácil y sabrosa.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones, Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 6 huevos cocidos
- 20 g mantequilla muy suave
- 100 g ricotta de oveja (o de vaca)
- 4 cucharadas queso rallado
- a gusto sal fina y pimienta molida
- a gusto pan rallado
- 2 huevos medianos enteros
- a gusto aceite de semillas para freír
Pasos
1) Ponemos los huevos en un cazo y los cubrimos completamente con agua fría. Desde el primer hervor, los cocemos durante solo 3 minutos, luego apagamos el fuego, retiramos la olla del fogón y los dejamos en el agua caliente durante otros 10 minutos; finalmente, los escurrimos de inmediato, los dejamos templarse unos minutos y, después, los pelamos sin romperlos.
2) Los cortamos por la mitad a lo largo, extraemos delicadamente las yemas duras de las claras y las colocamos en un bol junto con la ricotta, el queso y la mantequilla. Ajustamos de sal y pimienta y mezclamos hasta obtener una mezcla bien integrada, suave y compacta. Si deseamos una crema más suave, bastará con añadir un poco más de ricotta a la mezcla.
3) Con una cucharilla rellenamos de nuevo todas las claras, sin exceder (para evitar que luego no se puedan cerrar los huevos) y recompusimos los huevos. Para hacer esta operación también se puede usar una pequeña manga pastelera. Luego los ponemos en un plato, los cubrimos y dejamos que se saboreen durante unas horas en la nevera o a temperatura ambiente si no hace demasiado calor.
4) Pasado el tiempo, ponemos aceite de semillas en una sartén alta y antiadherente y lo calentamos.
5) En dos platos separados ponemos respectivamente el pan rallado y el huevo entero, ligeramente batido con un tenedor.
6) Pasamos los huevos recompuestos primero por el pan rallado, luego por el huevo y nuevamente por el pan rallado. Los freímos uno a uno, en aceite caliente y profundo, durante un máximo de 2 o 3 minutos. Los escurrimos y los colocamos en un plato con papel absorbente. Servimos los huevos a la monachina junto con una rica y fresca ensalada mixta.