Las cáscaras de patatas son sin duda uno de los residuos por excelencia producidos en la cocina. Pero, ¿quién ha dicho que deben tirarse? Con un poco de imaginación, incluso lo que normalmente terminaría en la basura puede convertirse en un aperitivo sorprendente. Es el caso de la recetita que os quiero sugerir hoy (además de una sencillez a decir poco embarazosa). Se trata de cáscaras de patatas al horno que, con un poco de queso y pan rallado, se convierten en una verdadera delicia; incluso los niños las devorarán con gusto. Un snack muy apetitoso que representa el encuentro ideal entre reciclaje y sabor porque si por un lado nos permite valorar al máximo las materias primas, por el otro nos regala un gusto auténtico e irresistible. En resumen, una receta simple, al alcance de todos y que sabe a hogar. ¡Después de probarlas, no miraréis las cáscaras de patatas con los mismos ojos! ¿Apostamos?

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Dificultad: Muy fácil
Costo: Muy económico
Tiempo de reposo: 30 Minutos
Tiempo de preparación: 5 Minutos
Métodos de Cocción: Horno
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes para las cáscaras de patatas al horno

No he indicado cantidades precisas de los ingredientes porque todo depende de cuántas cáscaras de patatas tengáis: podéis ajustar tranquilamente a ojo.

Antes de quitar la piel, lava siempre muy bien las patatas.

Es posible congelar las cáscaras de patata; de este modo podréis realizar esta receta cuando tengáis una cantidad decente.

Puedes espolvorear tus cáscaras de patatas al horno con cúrcuma, curry u otras especias de tu agrado.

Cáscaras de patatas
Grana Padano rallado (o Parmigiano)
pan rallado
orégano
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra
bicarbonato

Herramientas

1 Bol
1 Colador
Papel absorbente
1 Bandeja para horno

Preparación de las cáscaras de patatas al horno

Poner las cáscaras (ya bien limpias) en un bol lleno de agua en la que se habrá disuelto una cucharadita de bicarbonato y dejarlas en remojo durante al menos media hora.
Luego, escurrirlas y enjuagarlas muy bien bajo agua corriente.
Transferirlas a papel de cocina y secarlas hasta que estén perfectamente secas.
Luego colocarlas dentro de una bandeja forrada con papel de horno sin superponerlas. Salar y pimentar al gusto.
Finalmente espolvorear con queso rallado y pan rallado e impregnar con un chorrito de aceite.
Cocinar las cáscaras en horno ventilado precalentado a 180° por 15 minutos; luego apagar el horno y dejarlas dentro por otros 10 minutos. Sacar la bandeja y disfrutarlas enseguida, bien calientes. ¡Disfrutad! Paola. ¿Queréis saber cuánto tiempo se conservan? Bueno… no soy capaz de responder a esta pregunta, porque en mi casa en cuanto las pongo en la mesa desaparecen. Nunca he tenido que conservarlas.
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