Este pastel rústico de calabaza y patatas al horno encierra todo el confort de un plato preparado con ingredientes simples pero llenos de sabor. Está la dulzura de la calabaza, la delicadeza de las patatas y el sabor intenso de la salchicha. Todos estos ingredientes se unen con una suave mezcla de huevos y queso que, al cocer, crea una superficie dorada e irresistible. Un pastel que es fácil de preparar y completo desde el punto de vista nutricional. En resumen, un verdadero plato único, perfecto cuando se desea llevar a la mesa algo sustancioso sin renunciar a la naturalidad. Excelente tanto recién salido del horno como tibio, esta bandeja es la idea perfecta para un almuerzo en familia o una cena sin demasiadas complicaciones pero llena de satisfacción. Así que… ¿listos para cortar, mezclar y hornear?
Otras ideas similares que podrían interesarnos:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Cocción al vapor, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes para el pastel rústico de calabaza y patatas
- 300 g pulpa de calabaza (con la cáscara)
- 400 g patatas (peso neto sin desperdicios)
- 50 g provolone (o scamorza)
- 200 g salchicha
- 25 g mantequilla (+ la necesaria para la fuente)
- 4 huevos (medianos)
- 1 ramita mejorana
- 50 ml leche (o nata)
- 15 g Grana Padano rallado (o Parmesano)
- nuez moscada
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Pelador de patatas
- 1 Vaporera
- 2 Cuencos
- 1 Rallador de agujeros grandes
- 1 Fuente de 26 cm de diámetro
Preparación del pastel rústico de calabaza y patatas
Limpiar la calabaza eliminando todas las semillas y los filamentos internos. Cortarla en rodajas sin quitar la cáscara, luego lavarla muy bien frotando la corteza con un cepillo para limpiarla perfectamente. Después cortar las rodajas en trozos. Yo, siempre que puedo, no quito la cáscara no solo porque está buenísima sino también porque simplifica mucho el trabajo. No obstante, si lo preferís, la podéis quitar.
Pelar las patatas, lavarlas y cortarlas en trozos que tengan más o menos el mismo tamaño que los de calabaza.
Colocar la calabaza y las patatas en la cesta de una vaporera y cocinarlas durante 10 minutos. Aquí es necesaria una aclaración: yo mantuve los trozos separados porque la calabaza con la cáscara requiere unos minutos más de cocción. De esta manera, fue sencillo quitar las patatas después de los primeros 10 minutos y prolongar la cocción de la calabaza otros 3/5 minutos.
Mientras tanto, pelar la salchicha (yo usé una entera más media) y cortarla en trozos.
Rallar el provolone con un rallador de agujeros grandes.
Poner la mantequilla en un cuenco grande y derretirla en el microondas o a baño maría. Luego verter encima las patatas y la calabaza aún calientes. Salar al gusto y mezclar delicadamente.
Cascar los huevos en un segundo cuenco, salarlos y pimentarlos al gusto y batirlos con un tenedor el tiempo necesario para amalgamar yemas y claras.
A continuación, añadir el provolone rallado, la leche, los trozos de salchicha, las hojas de una ramita de mejorana y un poco de nuez moscada rallada.
Mezclar con cuidado para amalgamar todos los ingredientes.
Engrasar una fuente de 26 cm de diámetro y disponer en el fondo las patatas y la calabaza.
Verter encima la mezcla de huevos y salchicha tratando de distribuirla de manera uniforme. Finalmente, espolvorear toda la superficie con el queso rallado.
Cocinar el pastel rústico de calabaza y patatas en horno estático precalentado a 180° durante 30 minutos; luego aumentar la temperatura a 220° y continuar la cocción otros 5/10 minutos o hasta que quede bien dorado. Sacarlo del horno y dejarlo enfriar ligeramente antes de servirlo directamente de la fuente de cocción. ¡Disfruta! Paola
Aprovecho para recordaros que me podéis seguir en varias redes sociales para estar siempre actualizados sobre las nuevas recetas que publico. Me encontráis en Facebook (AQUÍ), en Twitter (AQUÍ), en Pinterest (AQUÍ), en Instagram (AQUÍ) y también en Tik Tok (@zenzero_limone). ¡Gracias de ♥!
Nota
Encontré esta receta en un número antiguo de la revista «Cocina Moderna» y aquí os la he propuesto con mis modificaciones.

