Pasos

• Primero cocinamos las lonchas de pollo. Hemos elegido la freidora de aire, sin añadir ni siquiera un rociado de aceite (confía en mí: la carne quedará tiernísima y jugosa) configurando la temperatura a 190°C durante unos 10 minutos (depende del grosor de la carne), girando las lonchas cuando queden pocos minutos para el final, para un dorado uniforme. Alternativamente, se pueden cocinar en una sartén antiadherente bien caliente (una plancha o sartén de hierro fundido también son excelentes), bastarán pocos minutos por lado. Desaconsejamos la cocción en horno si el pollo no está aderezado, porque tendería a secarse.

  

• Una vez cocido, cortamos el pollo en trozos pequeños directamente en un bol: nosotros nos ayudamos con unas tijeras de cocina para acelerar. Luego añadimos la ricotta, una cucharadita de pimentón ahumado (también puede ser dulce o picante, según el gusto) y sal. Mezclamos bien todo hasta obtener una mezcla cremosa y bien distribuida.

  

• Ahora tomamos una piadina o una tortilla (estas son más elásticas y fáciles de enrollar), distribuimos en el centro la mitad de la mezcla y, si lo deseamos, añadimos también una loncha delgada de provola para un toque fundente. Doblamos los lados hacia adentro y enrollamos para formar nuestro burrito. Repetimos la misma operación con el segundo.

  

• Para la cocción final, volvemos a colocar los burrito en la freidora de aire a 200°C durante 3-5 minutos, hasta que estén bien dorados. Alternativamente, podemos calentarlos en una sartén antiadherente, a fuego medio, girándolos delicadamente por todos los lados para que queden crujientes por fuera. Si prefieres usar el horno, te recomendamos calentarlos a 200°C durante unos 8-10 minutos, colocándolos en una bandeja con papel de horno.

  Por dentro estarán cremosísimos… ¡Buen provecho!